Cambios en el PP

Un CIS «cocinado» para engordar al PSOE

El PP, que reduce a 1,5 puntos su ventaja con los socialistas, acusa al Gobierno de usar el «caso Gürtel» para «manipular» el sondeo 

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La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ya advertía de manera preventiva ante la Ejecutiva del PP de la «manipulación» de la fecha de elaboración del último barómetro del CIS horas antes de que se conociese. Y ésa fue la respuesta oficial popular cuando se hizo público que, según ese sondeo, el PSOE consigue sorprendentemente reducir a 1,5 puntos su distancia con el PP. En el anterior estudio había llegado a los 3,8 puntos.

 

El PP contraatacó ferozmente a lo que entiende una «burda manipulación». Acusó al Gobierno de utilizar políticamente el instituto oficial demoscópico para «mitigar la desconfianza en Zapatero» y perjudicarle a él. Los barómetros se publican a mes vencido, es decir, durante el mes en cuestión se hace el sondeo para, a finales o primeros del mes siguiente, proceder a su publicación. Desde que gobierna Rodríguez Zapatero todos los sondeos de abril se han realizado en la segunda quincena de dicho mes, con la excepción de éste, que se ha desarrollado entre el 6 y el 14 de abril. La muestra comenzó a tomarse el mismo día que se sabía que se levantaría el secreto del sumario del «caso Gürtel» y ahí es donde el PP ha encontrado motivo para hablar de «manipulación».

 

Ésa fue una semana «negra» para el principal partido de la oposición, ya que no sólo quedó marcada por las noticias de la relación de los «cabecillas» de esa trama con algunos de sus dirigentes, sino también por una imagen de «inacción» y de falta de respuesta por parte de Rajoy hasta que a la semana siguiente cayeron Luis Bárcenas, el ex tesorero nacional, y Jesús Merino, entonces diputado en el Congreso.

 

Un sesgo a la izquierda

 

Pero el PP no sólo se queja de la fecha de realización del sondeo, sino también de su sesgo a la izquierda, que «produce desviaciones en las respuestas que no se corrigen». Alega, por ejemplo, que si se tiene en cuenta el resultado de las últimas generales de 2008, donde la diferencia a favor del PSOE fue de 3,5 puntos (sin CERA), y se compara con la diferencia en el recuerdo de voto en las generales de 2008 que el CIS determina en el último barómetro, la desviación es de 10,7 puntos, «un auténtico escándalo». En su defensa alega incluso que la amplia variedad de encuestas que se han publicado desde comienzos de año sitúan de 3 a 7 puntos la diferencia entre PP y PSOE.

 

Según su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, con las «tripas» de la encuesta la ventaja de Rajoy sobre Zapatero sería de entre 5 y 6 puntos. El dirigente popular denunció que entre los encuestados hay «un 15 por ciento más de socialistas que del resto de los partidos»; y sostuvo que, según la muestra escogida en este último barómetro, el PSOE tendría que haber ganado las generales de 2008 «por cinco millones de votos». Pese a estas críticas y denuncias, compartidas en las filas populares, oficiosamente se admite que preocupa la nota por debajo del Gobierno en la gestión de la crisis y a su alternativa.