Carreteras

Bares y restaurantes critican el acoso policial y la laxitud con el «botellón»

Los hosteleros creen que se les muestra como a los malos de la película del ocio nocturno.

Bares y restaurantes critican el acoso policial y la laxitud con el «botellón»
Bares y restaurantes critican el acoso policial y la laxitud con el «botellón»larazon

Valencia «necesita una reflexión coherente» del modelo de ciudad que desea ser. Si se aboga por el turismo y el sector de los servicios, hay que poner medios y no impedimentos. Es decir, menos sanciones a los hosteleros y un mayor control sobre los verdaderos infractores, «botellón» incluido. Así lo cree la Federación de Empresarios de Hostelería de Valencia (FEHV) que, harta de que se les acuse de todos los males -ruido, suciedad...- asociados al ocio nocturno, proponen alternativas. La más llamativa, una Policía Turística, competencia que, dicen, podría asumir la Generalitat valenciana.

Se trataría, según fuentes de la Federación, de optimizar recursos. «No es lógico que haya dos coches patrullando Juan Llorens (declarada Zona Acústicamente Saturada y, por tanto, con limitaciones y menos conflictos) y en el ‘botellón' de Tarongers, se queden en los alrededores y ni siquiera se acerquen al área problemática».

Sentido común

A su juicio, «si existe tecnología y una sala de tráfico con cámaras de control», es mucho más fácil reordenar los efectivos policiales para que, en lugar de pedirles «los papeles de las terrazas cada dos por tres», se dediquen a prevenir delitos. «Menos labor inspectora y más tareas de seguridad ciudadana. Que investiguen y controlen los hurtos, los robos en las habitaciones de los hoteles, la venta clandestina de alcohol...».

Y es que la lucha de los hosteleros contra el «botellón» va camino de convertirse en histórica, no sólo por la mala imagen general que se da del consumo de alcohol, sino porque al fin y al cabo, les resta beneficios, pues una copa en la calle, es una copa menos en los bares.

En la última batalla, se les unieron los vecinos del barrio de San José, libres ya del «cubalitro» de los noventa, que ven cómo el Xúquer se ha convertido en la «senda de elefantes» del «botellón» de Tarongers».


Tabaco y terrazas

El endurecimiento de la Ley antitabaco y la decisión de la Dirección General de Costas de limitar la superficie de las terrazas de los chiringuitos, son dos de los principales frentes abiertos. En los últimos meses, los hosteleros han hecho público su malestar por las repercusiones de unas resoluciones que creen les harán perder mucho dinero. En cuanto al tabaco, parece que tienen la batalla perdida. Sin embargo, la moratoria encubierta de Costas les da un respiro y deja en paz a las terrazas, al menos este verano.