«Al parado le cuesta contar sus penas»

-Estuvo en el paro un año y decidió crear una página web para ayudar a los parados. ¿Cómo ayuda?-Damos información de oportunidades y de cursos de formación, asesoramiento psicológico y jurídico. Aliviamos los trámites burocráticos.-¿Ayudar a los parados es una buena forma de salir del paro?-Yo lo intento, pero no es fácil vivir de una web como ésta.-¿Qué le irritó más de su tiempo en el paro?-La sensación de soledad y la burocracia. En la Administración te tratan como a un número. No eres más que número.-Le fue un mal en la Oficina de Empleo, ¿eh?-Te tratan como a un borrego. Los funcionarios necesitan urgentemente un curso de sensibilización: tratan con gente que lo está pasando muy mal.-Se queja de la falta de publicidad en su web...-Las empresas creen que el parado no consume. No es así: consume marcas blancas, viajes baratos, libros... Muchas cosas. Es un ser vivo.-Nacieron con la idea de ver el lado bueno del paro. ¿La han visto ya?-El paro crea solidaridad entre los parados, la solidaridad que no reciben de su entorno.-¿Quién es el que más sufre?-El mayor de 45 años. Cree que ya no podrá volver al mercado.-Dicen que si no hay mayor tensión social es por la economía sumergida.-Es así. Muchos parados sobreviven sobre todo gracias a la familia.-¿Qué tipo de paro se ha hecho crónico?-El de los mayores de 50 años.-Para encontrar trabajo, ¿nada como un buen enchufe?-Más que el enchufe funciona una buena red de contactos, tener muchos conocidos. El enchufe ha ido a menos.-Perdone, pero ¿el parado está quieto?-Se mueve más de lo que se cree. No desde el punto de vista reivindicativo, pero sí para buscarse las habichuelas. No parece muy partidario de acudir a manifestaciones de protesta.-Usted clama por que se quite el pijama...-Sí, yo digo que quedarse en casa con el pijama puesto, en el sofá, es mortal de necesidad. El parado tiende a encerrarse, cuando debe abrirse.-Parece que el parado se vuelve pudoroso...-Sí, le cuesta mucho contar sus penas. Cree que las penas se lavan en casa, como los trapos sucios.-Hasta que inventen en la tele el «Sálvame» de los parados...