Bruselas
La OTAN sentencia uno de sus dos cuarteles en España
Era ya vox populi, pero la OTAN sentenció ayer definitvamente uno de sus dos cuarteles generales en España, el de Retamares, en Madrid.
Los ministros de Defensa de la OTAN, reunidos ayer en Bruselas, alcanzaron durante una cena de trabajo la reforma de la estructura de mando de la Alianza que suprime el cuarte general terrestre ubicado en la Comunidad madrileña y otros tres más en el resto de Europa, quedando la estructura en siete de los once cuarteles generales que antes tenía. A cambio, España obtiene la sede de uno de los dos Centros Combinados de Operaciones Aéreas (CAOC), como había reclamado para aceptar el cierre de Retamares, según señalaron fuentes aliadas, algo que, en la estructura de mando de la Alianza es notablemente inferior a un cuartel general.
La pérdida de peso estructural implica además un coste económico nada desdeñable. Retamares suponía un beneficio económico aproximado para España de algo más de 40 millones de euros al año, según fuentes militares consultadas por Europa Press. Los beneficios calculados de la presencia en España de este cuartel general se derivan de varios factores, comenzando por el presupuesto total anual aportado por la OTAN, que para 2011 es de 6,085 millones de euros, al que hay que sumar 2,617 millones de euros de la Agencia de Servicios de Sistemas de Telecomunicaciones e Información de la OTAN (NCSA). Además, se estima en 18,480 millones de euros el beneficio que aporta el personal extranjero destinado en el «Force Command» Madrid. El número total de personal extranjero destinado en el acuartelamiento es de 308 personas, con un salario medio de 6.250 euros, del que se considera que gastan en España el 80%.
Muere un militar en una práctica en Zaragoza
El sargento primero del Ejército de Tierra Salvador Huerta Moneo falleció ayer al estallarle una granada de mortero cuando preparaba una práctica de recorrido de detección de artefactos explosivos improvisados para el contingente que se desplegará próximamente en Afganistán. A las diez y media de la mañana, el sargento, especialista en desactivación, acompañado por un cabo primero (que resultó herido), preparaba en el campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza, el ejercicio con un proyectil de mortero que estaba montado con espoleta incluida. Un fallo aún por determinar, en cuya aclaración ya trabaja el Ejército de Tierra, hizo que el proyectil explotara. La deflagración acabó con la vida del especialista e hirió a su compañero, informa D. M.
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