Caracas

Ley mordaza

La Razón
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La violencia asola Venezuela, pero el Gobierno de ese país no quiere que los ciudadanos conozcan las cifras reales de personas asesinadas. Y para evitarlo, aplica la mordaza a los medios díscolos que osen publicar lo que Chávez quiere ocultar: imágenes o informaciones relacionadas con actos sangrientos. El otro día, dos periódicos dieron a conocer unas fotos de la morgue de Caracas con cadáveres hacinados para demostrar que las cifras oficiales sobre muertos eran inciertas. La respuesta del régimen fue aumentar su censura contra la Prensa no afín, a la que califica de «amarillista y desestabilizadora», con la excusa de proteger a niños y adolescentes. La triquiñuela utilizada ha sido la «Ley de protección del menor» por la que un tribunal impide ofrecer contenidos que puedan alterar el bienestar psicológico de niños, niñas y adolescentes; como si estos colectivos fueran los consumidores habituales de los medios de comunicación en papel.
La realidad es tapar los muertos que se acumulan, semana tras semana, que han convertido la inseguridad ciudadana en el principal problema para los venezolanos; por encima del desempleo o la pobreza. Chávez también ha atacado a los Zuloaga, padre e hijo, propietarios de la cadena opositora Globovisión, que denunciaron en Washington, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la falta de libertad de expresión en Venezuela y los problemas que en ese sentido tiene su empresa audiovisual. Respuesta: el Supremo venezolano declara procedente solicitar a Estados Unidos su extradición. Su delito: acaparar coches y venderlos con usura.