Eugenia y Fran por fin se ven las caras

Sin cruzar palabra. Así es como la hija de la Duquesa de Alba y su ex marido, Francisco Rivera, abandonaron los Juzgados de Familia de Madrid en los que ayer se celebró la vista oral por la custodia de su hija Cayetana. La tensión se mascaba en el ambiente. Eugenia Martínez de Irujo, con el rostro compungido y oculta bajo unas maxi gafas de color negro, fue la primera en llegar, antes de las nueve de la mañana. Acudió acompañada de su hija, a la que dejó en una salida trasera de los juzgados para evitarle el mal trago de atravesar la puerta principal donde se encontraban diversos medios de comunicación. Poco más tarde, la duquesa de Montoro entraba arropada por su abogada, Cristina Peña, conocida por haber sido quien defendió el caso de Jaime de Marichalar contra la revista «Época».

Pese a la gran expectación, Eugenia se negó a hacer declaraciones, y tan sólo contestó un simple «gracias» ante las incesantes preguntas de la Prensa. Por su parte, el diestro se hizo de rogar. Llegó cuarenta y cinco minutos después, también en compañía de sus abogados, para presentar los motivos por los que el pasado mes de julio decidió emprender los trámites judiciales para solicitar la guarda y custodia de su hija, que desde su divorcio recaía en la duquesa de Montoro.

Sentencia judicial
Pasadas las diez de las mañana, se produjo la llegada de los testigos de cada una de las partes, que tuvieron que declarar al igual que Tana, que acudió vestida con el uniforme del colegio, y se vio obligada a contestar a las preguntas del tribunal. Un hecho que, al parecer, Eugenia quería evitar a toda costa, aunque finalmente no fue posible ante la falta de acuerdo con el torero. Por lo visto, la pequeña tiene edad para que el juez escuche su opinión (la ley lo contempla cuando el menor tiene más de 12 años), y ésta habría pedido a su padre irse a vivir con él a Sevilla porque no quería volver al colegio británico de Madrid en el que ha estudiado estos últimos años. Todo apunta a que éste podría ser el motivo por el que Fran decidió solicitar la custodia de Tana. Una decisión que le costó su amistad con la Duquesa de Alba con quien siempre había mantenido buena relación pese al divorcio de su hija. Desde que estalló la polémica, Doña Cayetana se posicionó del lado de Eugenia, es más, renunció a asistir a la tradicional corrida Goyesca, en la que participaba Rivera, como reflejo de su descontento con él.

Este verano también se especuló sobre la idea de que su novia Lourdes Montes, jurista de profesión, pudiera estar detrás del enfrentamiento. La pareja, al parecer, tendría planes de boda a la vista y se habrían visto truncados por culpa de Eugenia. Y es que por segunda vez consecutiva la hija de la Duquesa de Alba faltó a la cita que ella y Fran mantenían con el tribunal eclesiástico para conseguir la nulidad de su matrimonio. Un conflicto que probablemente no halle solución hasta que se conozca la decisión del juez respecto a la custodia de la menor, el cual, por lo visto, se pronunciará en las próximas dos semanas.

POSTURAS ENCONTRADAS
l Cayetana pide a su padre ir a vivir con él a Sevilla ya que, al parecer, no encuentra su sitio en Madrid.
l Fran Rivera intenta renegociar con Eugenia la guardia y custodia de su hija.
l Eugenia se niega
y por este motivo su ex marido decide interponer una demanda para reclamar la custodia.l La Casa de Albarápidamente cierra filas en torno a la duquesa de Montoro y rompen la buena relación que había hasta el momento. l El juez solicita que Cayetana exponga sus motivos ante él antes de emitir la sentencia.