La Ley avala a la Policía por Lorenzo Nebreda

La Constitución Española consagra una serie de derechos fundamentales y libertades públicas, pilares del Estado de Derecho. Entre ellos está el derecho de reunión, regulado por la Ley Orgánica 9/1983. Así, las concentraciones y manifestaciones en la vía pública deben comunicarse con antelación a la Delegación del Gobierno que, a su vez, puede proponer modificaciones en la convocatoria (de recorrido, por ejemplo, para no generar un caos circulatorio) o incluso prohibirlas, porque considere que pueden producir incidentes. Esta Ley permite suspender y disolver manifestaciones si hay alteraciones del orden público. Esto lo ejecutan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, avisando a los manifestantes, como ha ocurrido en Valencia. El incumplimiento de la Ley supone una infracción grave contra la seguridad ciudadana.
¿Qué ha pasado en las últimas horas en Valencia? Que se han registrado concentraciones y manifestaciones no comunicadas previamente, no autorizadas. Además, algunos radicales, que nada tienen que ver con los estudiantes, han cortado el tráfico y quemado contenedores, lanzando piedras y botellas. Esto es una clara vulneración de la legalidad y la Policía está para eso: hacer cumplir la Ley que nos hemos dado y evitar la impunidad de quienes pretenden aprovechar una reivindicación para extender la violencia. Las cargas de cualquier Policía, española o europea, son siempre tensas, visualmente violentas, impactantes. Pero lo son porque se emplea la fuerza –legal y democrática– para restablecer esa paz social en la calle.

Lorenzo Nebreda
Vicesecretario general de la CEP