Jaén

Las «hazañas» del ex ministro

La Razón
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Controvertido y carente de dote alguna para el diálogo, Mariano Fernández Bermejo cuenta en su haber con el dudoso honor de ser el único ministro de Justicia en sufrir una huelga de jueces, la primera de la democracia, avivada por sus desafíos y su bravuconería. Impuesto en su día por Rodríguez Zapatero, poco a poco fue perdiendo la confianza de éste y sus compañeros de filas, que nunca vieron con buenos ojos aquella cacería con Garzón, y menos cuando el juez estrella acababa de imputar a 37 personas relacionadas con el PP por el «caso Gürtel». Sonados fueron también sus continuos ataques a los populares durante su etapa como fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, llegando incluso a demandar ante el Supremo al entonces titular de Justicia, José María Michavila. Sea como fuere, y pese a que todas sus demandas acababan en fracaso, su ambición política y su círculo de amigos le convirtieron en ministro. Lástima que aquella polémica cacería sacase a la luz otras de sus «hazañas», como sus estancias, a gastos pagados, en la finca toledana de Quintos de Mora, Patrimonio del Estado, o sus monterías en Jaén con Garzón. Muy comentado fue también el baile con su mujer durante un mitin en Murcia, cuando ésta llevaba un mes y medio sin acudir a su puesto de trabajo por una lumbalgia, o los 250.000 euros que derrochó en reformar la vivienda que ocupaba como titular de Justicia y que estaba en perfecto estado. Así, su dimisión en febrero de 2009 estaba más que cantada. Y se fue como llegó: sin asumir responsabilidades.