Economía
El problema de la territorialización del agua
Valencia- Los recursos hídricos deben gestionarlos el Estado y cuando se rompe este principio, «los intereses globales resultan perjudicados». El catedrático de la Universidad de La Rioja, Antonio Faldo, defendió ayer en el XII Congreso Nacional de Comunidades Regantes la necesidad de respetar el modelo de gestión actual, que se basa en las Confederaciones Hidrográficas, creadas en 1926, ya que constituyen la forma más adecuada para el ejercicio de las competencias estatales en materia de aguas.Estos organismos plasman el principio de participación de todos los interesados en la gestión del agua, desde las distintas administraciones públicas hasta los propios usuarios.Las competencias de las Confederaciones Hidrográficas han quedado limitadas por las reformas estatutarias «al ampliar los derechos de las cuencas excedentarias sobre las aguas sobrantes, como es el caso de la reserva hídrica de Castilla- La Mancha, y también al exigir informes previos a los trasvases que deben decidir las Cortes Generales, como los que obligan a los poderes públicos aragoneses a velar para evitar transferencias de aguas de las cuencas a las que pertenezca Aragón».Con estos argumentos, Faldo apoya las reivindicaciones de los regantes, que solicitarán al final de este congreso que el Estado retome las riendas de la política hídrica y que el agua vuelva a considerarse un bien público, y que no sea patrimonio de quien la tiene más cerca, tal y como apuntó el presidente de Fenacore, Andrés del Campo. El catedrático concluye que aún se está a tiempo de rectificar.
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