Irán
ANÁLISIS: Un conflicto sectario por Julian Schvindlerman
l ¿Se ha convertido el conflicto sirio en una contienda sectaria entre las distintas religiones?
–La puja entre religiones, en especial entre suníes y chiíes, casi siempre está presente en los conflictos del Medio Oriente islámico. Aquí también, pues el clan Asad es alauí que pertenece al chiísmo, mientras que los rebeldes son mayoritariamente suníes. No es coincidencia que una nación chií como Irán apoye al Gobierno y que naciones suníes como Arabia Saudí y Qatar respalden a los rebeldes. La puja sectaria entre chiíes y suníes tiene relación directa con la contienda política entre iraníes por un lado y saudíes y otros países árabes por el otro.
l Además del conflicto que ya afecta a todos los grupos religiosos, ¿se puede hablar ya de una «regionalización» de la guerra?
–Efectivamente. Líbano y Turquía ya están implicados. Qatar y Arabia Saudí apoyan a los rebeldes e Irán al Gobierno sirio. El conflicto está regionalizado y con las últimas confrontaciones militares entre Damasco y Ankara las oportunidades de una ampliación son reales.
l ¿Cómo eran antes de las revueltas las relaciones entre Siria y Turquía?
–Eran muy buenas, hasta el punto de que los líderes y sus familias, Erdogan y Asad, se iban de vacaciones juntos. Pero Turquía, que tenía lazos de cierta cercanía con Irán, comenzó a alejarse de éste y también de su aliado sirio.
l ¿Qué supone que el Parlamento turco haya abierto la puerta a una posible intervención militar?
–La posibilidad de la guerra abierta existe, aunque no parece inmediata. Hasta el momento, Turquía ha respondido con cautela. Pese a que está dando una respuesta militar acotada a los ataques sirios y obtuvo respaldo parlamentario para una acción mayor, aún no ha mostrado señales de convertir la alta tensión en la zona en un guerra directa.
Julian Schvindlerman
Analista experto en Oriente Medio
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