Medidas económicas
Un país a la deriva
El hecho de que el mayor recorte de derechos sociales de la historia de la democracia española haya sido aprobado sólo con los votos del partido del Gobierno demuestra que las medidas no son las idóneas para controlar el gasto, favorecer el crecimiento, generar empleo y así superar la grave situación que atraviesa el país. Sensu contrario, el Ejecutivo habría sido apoyado por alguna formación política. Así pues, la jornada parlamentaria del jueves puede considerarse un fracaso, porque ayer otra agencia, Fitch, bajó la nota de la deuda española. Estamos donde nos hayamos por la cerrazón del presidente, que en los tres últimos años se ha negado a aceptar la realidad y, consecuentemente, a llevar a cabo las reformas estructurales necesarias, así como a estrechar el cinturón en las cuentas públicas. Los que ayer tildaban de catastrofistas y antipatriotas a quienes advertían de la que se avecinaba, hoy no paran de repetir que esto es un desastre y que con el actual presidente nunca se reactivará la economía, porque carece de credibilidad y no genera confianza. Los malo es que a diferencia de lo que dice el tango, tres años son muchos y en este tiempo millones de personas han pasado a engrosar las listas del paro, centenares de miles de pequeños empresarios y autónomos han tenido que cerrar, los pensionistas tendrán menos capacidad adquisitiva… Y el país seguirá en esta deriva mientras quien gobierna no sea capaz de reequilibrar las cuentas públicas y llevar a cabo las reformas más urgentes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar