Política

Les Corts inician su octava legislatura entre incidentes

Con absoluta normalidad democrática -dentro- se desarrolló ayer la sesión constitutiva del octavo Parlamento autonómico en la etapa democrática.

En la imagen, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al ser recibido por su grupo
En la imagen, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al ser recibido por su grupolarazon

Fuera, unos cien radicales del «lellamandemocraciaynoloés» increparon a los diputados, a la entrada y a la salida, y trataron de impedir que la expresión de la voluntad popular de dos millones y medio de valencianos que votaron el pasado 22-M, se materializara en su forma parlamentaria en el Palau de Benicarló.A las diez y media de la mañana, y esta vez puntuales, los diputados ocuparon sus escaños. Unos, los del PP, ya distribuidos por la dirección del grupo; otros, los socialistas, mucho más noveles, se dispusieron por orden alfabético, coincidiendo, además, el apellido del síndico, Alarte, con el primer puesto de la lista.

Como manda el Reglamento, se constituyó la Mesa de Edad, presidida por el más mayor, Rafael Maluenda que es, junto a Rita Barberá, los únicos diputados que han permanecido en la Cámara durante las siete legislaturas previas. Le acompañaban los más jóvenes, Fran Ferri, de Compromís; y Esther López, de Esquerra Unida, quien siguiendo la estela tan provechosa de Mónica Oltra (Compromís), lució camiseta con la bandera de la República. No fue la única. Su compañera de grupo, Marina Albiol, hizo lo propio con una prenda alusiva al segundo envío de la «flotilla de la libertad» que partirá rumbo a la franja de Gaza.

Maluenda, en una larga alocución, repasó su paso por Les Corts Valencianes en las siete anteriores legislaturas, en las que formó parte del grupo popular, y evocó tiempos pretéritos de la fundación de la ciudad y de Les Corts por el Rey Conquistador, aunando el brazo militar, el eclesiástico y el civil, y que Maluenda conoce bien, no por pertenecer a la institución foral del siglo XIII, sino porque en la pasada legislatura escribió un libro al respecto.Presidía la mesa de Les Corts, por vez primera, un crucifijo que el Gabinete del conseller Juan Cotino trajo desde la Conselleria Medio Ambiente, ya que la institución no contaba con dicho icono religioso. También l'Estatut, la Constitución y una Sagrada Biblia (esta última, por petición de Camps ya hace dos legislaturas).

Maluenda no perdió la ocasión para destacar que esta legislatura la conformaban cuatro grupos distintos, «lo que da la razón a los que considerábamos que la barrera electoral del cinco por ciento es suficiente».Tras la evocación histórica de Maluenda, se pasó a la toma de posesión de los 99 diputados, quienes desde su escaño juraron o prometieron el cargo. Los cinco de Esquerra Unida, incluida la joven Esther López desde la Mesa, prometieron por la fórmula habitual fidelidad a la Generalitat y añadieron la coletilla de «y a la clase trabajadora, a la ética y al valencià». Morera, del Compromís, no quiso quedarse atrás, y dijo que trabajaría «por el valenciano y por la dignidad del pueblo valenciano».

El joven Fran Ferri utilizó el «por imperativo legal» que en su día emplearon batasunos y republicanos catalanes en el Congreso de los Diputados. Ningún diputado más le secundó.
Ante tal amalgama en la asunción del compromiso parlamentario, el presidente Maluenda recordó que la fórmula que se debía emplear era la reglamentaria: «jo jure/promet que, aitant com tindré el cárrec de diputat acataré la Constitució Espanyola i l'Estatut d'Autonomia sense engany i guardaré fidelitat a la Generalitat».

Constituidos en señorías, Maluenda les indicó que tocaba votar un presidente para la institución, y así se hizo. Uno a uno, fueron los diputados introduciendo su voto en la urna dispuesta al efecto, y cincuenta y cinco lo hicieron a Juan Cotino; los socialistas, en blanco; los de EU, a Lluís Torró; y los del Compromís, a la Democracia. Cotino fue elegido pues, por mayoría absoluta. Tras él, se eligió a los vicepresidentes, y resultaron electos los diputados Alejandro Font de Mora, popular; y el socialista, Ángel Luna. Angélica Such ejercerá de secretaria.

Cotino, ya electo, dijo que la discrepancia era buena e instó a sus señorías a distinguir «lo importante de lo accesorio» y dejarse de rencores estériles y descalificaciones. La Mesa de Les Corts se reunió a continuación y estableció el día 16 de junio como el del debate de investidura, y el 21, la toma de posesión del presidente Camps. Mientras, los diputados disfrutaban de un variado ágape en los jardines de palacio.

Representantes sociales y sindicales, ex presidentes de Les Corts, de la Generalitat y ex diputados conversaron tranquilamente, al tiempo que los nuevos diputados aprovecharon para hacerse fotos con sus familias. En los corrillos se hablaba de todo pero la referencia obligada era el crucifijo que presidía la Mesa y que el conseller-presidente Cotino ordenó que subieran a su despacho. Se hacían apuestas sobre si presidiría la toma de posesión del titular del Ejecutivo, Francisco Camps.

El Gobierno se disculpa ¿de qué?
La salida de los primeros diputados caldeó el ambiente ya tenso entre los manifestantes próximos al movimiento 15-M que desde la noche «acamparon» frente a Les Corts. La Policía tuvo que cargar porque un manifestante se negó a identificarse tras increpar a un policía. El subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez, señaló que varios agentes sufrieron contusiones y que recibió un pinchazo de unas tijeras en la cara, pidió perdón por la carga policial y disculpó a los agentes «porque están cansados». No contento con ello, dijo que no había ningún motivo para echar a los manifestantes de la plaza del Ayuntamiento y que, «si las amas de casa Tyrius (ejemplo propuesto por un periodista) querían acampar también, que lo hicieran» y añadió que «aunque no creo que lo hagan ni que vayan a estar quince días, o al menos con el mismo propósito de manifestarse contra la Generalitat». Alto y claro.