Tiger un resbalón del 15

El estadounidense Tiger Woods quiere volver a ser número uno del mundo; un divorcio, un mea culpa adictivo y un año y nueve meses después. Pero en las antípodas, el australiano Adam Scott también tiene una ambición que cumplir: ganar su primer «major». Y a 18 hoyos está de poder conseguirlo. Porque a él la presión no le atenazó ayer, mientras que a Tiger sí. Aunque siga siendo genial.
Desde aquel 31 de octubre de 2010; en realidad, desde noviembre de 2009, cuando su mujer lo golpeó con un palo de golf por serle infiel, Tiger ya no enseña los colmillos, ha perdido la sonrisa, ésa del que se sabe el mejor sin discusión, ésa del que no pierde la calma ni yerra en los momentos claves, ésa que le abriga como el único jugador que ha conseguido los cuatro «grandes» consecutivos, aunque los puristas objeten que no fueron en una misma temporada. Tiger juega serio, constreñido, con el rictus tenso, con la desconfianza de no saber cuándo volverá aquel «Tigre» invencible, todopoderoso del golf.
Woods solventó el mal inicio de la tercera jornada –«boggie» en el hoyo 1 y en el 3– con una terna de «birdies» en el 6, 7 y 9. La segunda vuelta del Royal Lytham se le da peor. Pese a ello, caminaba firme, segundo en la tabla, a cuatro golpes de Scott. Sin brillo, pero sin fallos. Par, par, par, par, par, hasta llegar al hoyo 15, donde restó como en la primera jornada, calcando la segunda vuelta del recorrido inaugural. Un resbalón del quince, que lo dejaba bajo de moral para los tres últimos hoyos y finalmente en cuarto puesto a cinco golpes del «aussie».
Adam Scott (-11) ha jugado trece Abiertos Británicos consecutivos –desde 2000– sin éxito, aunque numerosos títulos de prestigio internacional le han aupado a la decimotercera posición mundial. Con un colchón de cuatro golpes sobre el norirlandés McDowell y el estadounidense Snedeker, es obviamente el que cuenta con más posibilidades de alzar hoy la «Jarra de Clarete», aunque sin olvidar que también le persiguen Woods, y a seis golpes Zach Johnson (ganador del US Open en 2007) y Ernie Els (tres «majors» en su haber).
Respecto a «La Armada» española, si Sergio García no pasó el corte, el resto –seis jugadores– se terminaron de desplomar ayer y ninguno estará en la pelea por el título. Miguel Ángel Jiménez, el «Pisha», el mejor alojado en la tabla, está a un mundo, es el 43. Otro «major» será.