Cataluña

OPINIÓN: Sin vanidad

La Razón
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Apreciado lector, mientras estés leyendo este artículo, si Dios quiere estaré en la Audiencia Nacional ejerciendo la acusación en nombre de Gorka Landaburu contra la etarra Ainhoa García Montero.
Lo cuento sin ningún tipo de vanidad vanidad, sencillamente para que tengan un ejemplo vivo y directo de que esto no se ha acabado. Lo cuento para recordar que la Justicia continúa trabajando, que los jueces, fiscales y abogados de las víctimas seguimos a lo nuestro, que las propias víctimas, mayoritariamente, no están ni por el perdón ni por el olvido, y que los agentes de la Policía y la Guardia Civil siguen cumpliendo eficazmente su labor.
Tampoco ha cambiado mucho el escenario de los juicios contra los integrantes de la banda. Es cierto que hay algún etarra que manifiesta haberse alejado de la banda, pero el resto nos sigue mirando con la misma cara de odio, la misma cara de desprecio e intentando intimidarnos como lo han hecho siempre.
Me parecen adecuadas en general las medidas que va tomando nuestro Gobierno, pero si ellos tienen su papel otros tenemos el nuestro, y si bien estoy convencido de que ETA no volverá a ser nunca lo que conocimos, no es menos cierto que no puede dejarse rescoldo alguno, puesto que a las víctimas, junto al dolor, les ha de quedar la sensación de haberles derrotado.
Y, para ese fin, todos somos instrumentos, quienes los detienen, quienes los acusamos y quienes los juzgan y condenan.
En resumen, cada uno a lo suyo, ni un paso atrás y los terroristas a la cárcel a cumplir sus condenas. Ya habrá tiempo de pensar en otras cosas.