Bruselas

El Eurogrupo y el BCE se unen para salvar a Grecia

El Eurogrupo y el BCE se unen para salvar a Grecia
El Eurogrupo y el BCE se unen para salvar a Grecialarazon

Madrid– Tras dos años de sonoros fracasos en el ajuste de sus cuentas públicas, Grecia depende hoy más que nunca de sus socios europeos, ya que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Eurogrupo celebran sendas reuniones en las que el problema heleno centrará toda la atención. Mientras, el país negociaba anoche los enésimos planes de austeridad con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin llegar a ningún acuerdo definitivo por la oposición del partido ultraderechista LAOS. Además, siguió perfilando los últimos detalles de la quita de deuda con los acreedores privados, pendiente de flecos.

Así, los ministros de Finanzas de la zona euro se reúnen hoy para analizar el segundo rescate de la economía griega, que podría superar los 130.000 millones de euros pactados en la cumbre de octubre. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, insistió en los últimos días en que sólo se convocaría una reunión para analizar el apoyo comunitario si todos los elementos de la segunda ayuda al país estaban cerrados o prácticamente concluidos, algo que aún no se ha producido.

La quiebra sobrevuela Atenas
Grecia necesita cuanto antes el visto bueno de sus socios para recibir las primeras inyecciones de la segunda ayuda de Bruselas y del FMI, puesto que el próximo 20 de marzo tiene que hacer frente a un pago de 14.500 millones de euros en vencimientos de deuda a los acreedores y sin ayuda internacional debería declararse en suspensión de pagos. Todavía tiene que cobrar 9.000 millones del primer paquete de 110.000 millones, pero es una cifra insuficiente. Si la UE no aprueba ya el segundo rescate, el país quebrará.

El otro elemento son los recortes que tendrá que aplicar Atenas a cambio del segundo rescate, unos 13.000 millones de euros hasta 2015. La «troika» (FMI, CE y BCE) exige una reducción del gasto público durante 2012 del 1,5% del PIB, unos 3.300 millones, en partidas como Defensa o Sanidad, y la disminución de los salarios más altos en empresas públicas y su inmediata privatización. El Gobierno griego ya ha accedido a reducir 15.000 empleos en el sector público, dentro de un proyecto de recorte de 150.000 funcionarios hasta el ejercicio 2015.

El aspecto más polémico es, sin embargo, la reforma laboral, que incluye una rebaja de entre el 20% y el 25% del salario mínimo de 751 euros, el recorte del 20% de las pensiones por encima de 1.000 euros y una disminución sustancial de los complementos salariales que superen los 150 euros. Estos son los tres aspectos que Atenas se resiste a aprobar.

El consejo del BCE también celebra hoy un encuentro que estará dominado por el conflicto heleno. El organismo que preside Mario Draghi es el principal acreedor de Grecia, con 50.000 millones en títulos de deuda, y tanto el país como el resto de poseedores de bonos griegos presionan al organismo para que asuma también una quita de hasta el 70% en el valor de los mismos.

El BCE y el sector financiero (bancos, fondos de inversión y «hedge funds», principalmente) tienen deuda griega por valor de 256.000 millones de euros –el 73% de los 350.000 millones de pasivo que soporta la economía helena–. El país tiene que reducir su endeudamiento público desde el 159,1% del PIB actual al 120%, una cifra elevada, pero «asumible».

El mercado apuesta por la quiebra del país desde hace meses, aunque ayer el interés de las referencias de deuda helena cayó con fuerza al calor del acuerdo «inminente» tanto con la «troika» como con los acreedores privados. Sin embargo, el bono a un año cotiza con un rendimiento del 497% en el secundario y la prima de riesgo de invertir en Grecia está en 3.084 puntos básicos, niveles de claro «default». España, en comparación, tiene un diferencial de 324 puntos, casi diez veces menos.