Baloncesto

Italia

Pasión España por Sergio SCARIOLO

La Razón
La RazónLa Razón

- ¿Qué transmite la «marca España» en un país de marcas como es Italia?
–Desde hace bastantes años existe una pasión especial por lo que viene de España, sea música, la nueva cocina –en Italia, la cocina tradional siempre ha tenido mucha difusión, pero se ha visto superada con creces con la hornada de chefs internacionales españoles y sus innovaciones–, y, fundamentalmente, por el deporte, además, por sus éxitos en muy variadas disciplinas.

- ¿El deporte es el mejor embajador de la «marca España» en la actualidad?
–Si lo dice el seleccionador nacional de baloncesto puede sonar un poco pretencioso, pero sí. Porque los grandes deportistas españoles transmiten una admiración que yo percibo incluso en mayor medida fuera que dentro de España. A veces, parece que cuanto más alto llega uno más ganas hay de que se caiga.
 
- ¿Un ejemplo en este país para salir de la crisis sería la selección nacional de fútbol o de baloncesto y su lema, «todos a una»?
–La capacidad de aislarse de todo lo que no es interno y centrarse en la tarea sería una recomendación útil, y no hacer caso de quienes desde fuera pretenden dar consejos o prioridad a las decisiones con las que se quedaría bien. Ése es uno de nuestros credos y, por lo que sé, también del fútbol de la Selección. No gastar energías en lo que se piense en el exterior y dedicarse a trabajar y reforzar la confianza, la unión y la solidaridad internas.
 lEl Real Madrid, Pau Gasol, Nadal y la Selección de fútbol son embajadores honorarios de la «marca España», ¿quién o qué deportistas deberían ser los próximos representantes?
–Fernando Alonso, por ejemplo, por su calidad y prestaciones... Y, sin duda, mis chicos, claro.

- ¿A los ojos de un extranjero, con qué valores humanos se identifica la «marca España» fuera de nuestro país?
–Con la competitividad y la excelencia en la prestación deportiva, acompañadas de la normalidad en el terreno personal. Ninguno de los grandes dignos de admiración se muestra presumido ni altanero, ninguno se recrea ni refleja una personalidad antipática. Todo ello ayuda a verles con los ojos de la admiración y no de la envidia. En el caso del baloncesto, Pau, el jugador más grande en la historia de España, le cede sin discusión el protagonismo a Navarro cuando llega su momento y lo disfruta, y éste se lo cede a Felipe Reyes para que levante la Copa... Es un círculo que podría extenderse a cualquiera... Este triángulo de solidaridad, de amistad y de disfrutar del triunfo del compañero a nadie se le pasa por alto en el extranjero.


Sergio Scariolo
Seleccionador de Baloncesto