España

ETA prepara un comunicado por las últimas detenciones

La banda se ve obligada a contestar rápido para aparentar que su «aparato político» no ha perdido operatividad

La Razón
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Madrid-Al «aparato político» de ETA se le acumula el trabajo. Mientras preparaba el comunicado para analizar los resultados obtenidos por Eh-Bildu en las últimas elecciones, que no han cumplido las expectativas, se ha producido la detención en Francia de la cabecilla del «aparato logístico-militar», Izascun Lesaca, y de su «lugarteniente». Un auténtico golpe en la línea de flotación de la banda, asestado gracias a los datos obtenidos por la Guardia Civil, algo que enerva a los terroristas de manera especial. A estos arrestos, hay que sumar el realizado, con información de la Policía española, de Saúl Curto, también de gran importancia, y el de Aurore Martin, dirigente de Batasuna, capturada por la Gendarmería, que, para colmo de infortunios (de ETA, afortunadamente) fue entregada a España, donde ha sido encarcelada.
Expertos antiterroristas señalan que la banda no tardará en hacer un comunicado en el que valorará estos hechos. Se cree que tendrá un tono «duro y exigente». No lo pueden demorar porque sería tanto como reconocer que la detención de Lesaca les ha restado operatividad para dar una respuesta. Los cabecillas de la banda se están cargando de razones frente a los «posibilistas» de Batasuna y pretenden demostrar a su mundo que el «proceso», que se inició duran te la anterior legislatura, gracias a las negociaciones con socialistas y nacionalistas, ya no tiene recorrido. De hecho, en el último comunicado, los cabecillas abroncaban a los «batasunos» por los errores cometidos en la gestión del citado «proceso» y explicaban que la estrategia que se habían marcado para hacerlo «irreversible» (que el Gobierno de turno lo tuviera que aceptar sí o sí) no se había conseguido. Tampoco se había logrado crear «un escenario mucho más beneficioso para continuar con la lucha a favor de la libertad y crear así nuevas condiciones para dar pasos definitorios en el camino hacia la independencia y el socialismo». La culpa, por supuesto, la tienen España y Francia, que «no han dado, hasta el momento, paso positivo alguno», pero también Batasuna.

Otro punto de fricción entre la banda y su brazo político es la gestión que, unos y otros, han realizado del asunto Bolinaga. Las acusaciones son mutuas, unos por ser «blandos» y los otros por convocar la huelga de hambre. Al final, lo que han provocado, y los cabecillas lo saben, es que las autoridades penitenciarias ajusten aún más su actuación a un cumplimiento estricto de la normativa vigente. El primer ejemplo lo han tenido con el recluso José Ángel Viguri al que se ha cortado de raíz la posibilidad de acceder a la libertad por estar enfermo.

Malos resultados electorales; detenciones; presos sin ninguna perspectiva de abandonar la cárcel, salvo que se acojan a lo contemplado en la legislación vigente o cumplan la correspondiente condena. Y para completar el círculo, las declaraciones del ministro del Interior francés, Manuel Valls, en las que, además de anunciar que seguiría la presión antiterrorista en territorio galo, advertía de que no habría ningún tipo de cesión a las intenciones de los separatistas vasco-franceses.

Demasiados asuntos para demorar en el tiempo un comunicado en el que ETA «marque su territorio» y trate de aparentar que, pese a todo, sigue ahí, con la misma capacidad de «amenaza latente», con sus armas y explosivos.