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Los piratas somalíes cierran 2010 con el récord de 44 cargueros apresados

Negociantes de Londres, Nairobi y Dubái invierten en esta «industria». España lidera este semestre la «operación Atalanta» en medio de un incremento notable de los asaltos de buques.

Combo de fotografías tomadas por un avión de patrulla marítima facilitado por la Armada portuguesa que muestra a un grupo de piratas somalíes en pleno proceso de preparación de un ataque,
Combo de fotografías tomadas por un avión de patrulla marítima facilitado por la Armada portuguesa que muestra a un grupo de piratas somalíes en pleno proceso de preparación de un ataque,larazon

Un mercante de bandera argelina, que transporta cemento, se ha convertido en la primera víctima de la piratería en 2011. El barco, llamado «Blida», fue abordado el día uno de enero por dos esquifes somalíes a 150 millas al sureste del puerto omaní de Salalah, donde había hecho escala. La tripulación está compuesta por 27 oficiales y marineros argelinos, ucranianos y filipinos. Los piratas los obligan a seguir rumbo hacia la costa norte de Somalia.

El año que termina ha sido el más «fecundo» para la piratería somalí. El último barco secuestrado en 2010 fue el pesquero de Mozambique «Vega 5», con 14 tripulantes a bordo, en aguas cercanas a Madagascar. Portavoces de la operación naval europea «Atalanta» confirmaron que la embarcación fue vista el 31 de diciembre pero que no se pudo establecer contacto radio con ella.

Según datos de «Ecoterra», ONG con sede en Nairobi especializada en el seguimiento de la navegación, la pesca y la piratería, en la actualidad están retenidos 44 barcos en las costas de Somalia, con 771 rehenes abordo. Estas cifras representan un claro agravamiento de la situación, pese al despliegue naval europeo. Los datos que maneja el mando militar occidental reducen el número de buques secuestrados a 28, con 654 rehenes abordo, pero no tienen en cuenta la captura de pequeños barcos pesqueros locales. La principal tarea de «Atalanta» es escoltar a los buques mercantes que transportan ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y a los barcos de la misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM).

Desde que los piratas somalíes incrementaron a partir de 2005 sus actividades, nunca se había llegado a una cifra tan alta de barcos y tripulantes retenidos al mismo tiempo, tanto en las cuentas de «Ecoterra» como en las de la «operación Atalanta».

Los elevados rescates pagados para la liberación de los barcos, cientos de millones de dólares en los últimos cinco años, según informaciones parciales recogidas por la ONU, hacen que los piratas somalíes cuenten con mejores medios materiales, redes de información en los puertos de origen y una organización bien estructurada. En los últimos meses, según fuentes somalíes y de organizaciones de asistencia marítima, los rescates para la liberación de los barcos también han batido récords, y alguno ha llegado a los nueve millones de dólares.