Asia

Nueva Delhi

Súperbacterias: Un gen aumenta la resistencia a los antibióticos

Esta semana Corea del Sur confirmaba dos nuevos casos de NDM-1, una enfermedad infecciosa grave que se extiende de forma lenta por todo el planeta, y que ya ha llegado a España, donde se ha declarado un caso. Una pequeña enzima capaz de provocar una mutación convierte en casi invencibles a los microbios 

Súperbacterias: Un gen aumenta la resistencia a los antibióticos
Súperbacterias: Un gen aumenta la resistencia a los antibióticoslarazon

Superan en diez veces el número de células del cuerpo humano y forman parte de cualquier signo de vida. Sin embargo, en muchas ocasiones, pese a la feliz convivencia, se ponen en pie de guerra y consiguen acabar con sus rivales. Las bacterias se han rebelado contra el hombre y se resisten a ser sumisas, lo que provoca importantes infecciones y problemas patológicos, que pueden llegar a provocar hasta la muerte.


Hace unos meses un artículo en «The Lancet» mostraba su preocupación por el el gen NDM1 (Nueva Delhi metallo-b-lactamase 1), contenido en algunos grupos de bacterias, como las enterobacteriaceae, una familia «famosa» por su inmunidad a los antibióticos incluidos los más potentes, los carbapenémicos. Esta semana Corea del Sur confirmaba dos nuevos casos de la infección provocada por este gen que dota a los microorganismos de una barrera prácticamente impenetrable. Los primeros en encontrarse con el problema de la súper resistencia fueron un grupo de investigadores de la Universidad Cardiff, en Reino Unido, quienes descubrieron que hallaron el gen NDM-1 en personas de Asia y Reino Unido.
Este hecho ha provocado que saltaran todas las alarmas en las sociedades científicas ante un nuevo riesgo para los pacientes que se embarcan en el llamado «turismo sanitario» a India y Pakistán con el fin de someterse a tratamientos médicos más baratos, ya que podrían contraer y extender una nueva bacteria multirresistente contra la que, hasta el momento, no existe ningún tratamiento eficaz. Y el problema ya no está tan lejos, dado que uno de los 77 casos registrados en Europa hasta el momento se ha dado en España, como queda reflejado en un informe del «Eurosurveillance», Centro Europeo para la Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).


Los responsables del estudio del «The Lancet», liderados por el investigador de la universidad británica de Cardiff, Timothy Walsh, advierten de que este gen cada vez resulta más común en las regiones de Bangladesh, India y Pakistán y de que se han dado otros casos en lugares más lejanos como en Reino Unido, en pacientes y turistas que regresan de esos países. «India también realiza cirugía estética a pacientes europeos y americanos y así es como puede llegar a extenderse probablemente por todo el mundo», apuntan los investigadores.


Walsh y su equipo recopilaron muestras de bacterias de pacientes de hospital en dos zonas de India, Chennai y Haryana, además de otras muestras de enfermos enviadas al laboratorio nacional de Reino Unido entre 2007 y 2009. Así hallaron más de un centenar de infectados: 44 en Chennai por esta bacteria, 26 en Haryana, 37 en Reino Unido y 73 en otros lugares de Bangladesh, India y Pakistán.
Tal como muestran los datos de «Eurosurveillance» y «The Lancet», varios de los pacientes infectados habían viajado recientemente a India o Pakistán para recibir tratamiento hospitalario, incluida la cirugía estética, según sostienen los investigadores que llevaron a cabo el estudio. Recientemente en China, también ha declarado hasta dos casos de muerte por infección provocada por la súper bacteria portadora del gen codificador de la enzima NDM-1.


Los pulmones y sistema digestivo son las dianas más frágiles de la mutación que provoca el gen en las bacterias. La escherichia coli aumenta sus resistencia en infecciones del tracto urinario y gastrointestinales. Por otro lado, la klebsiella pneumoniae causa neumonía, infecciones respiratorias, también en el tracto urinario y también en las heridas quirúrgicas. De los casos registrados en la UE, dos han tenido un fatal desenlace. Margarita Baquero, jefa de Microbiología del Hospital Universitario Carlos III de Madrid, explica que «hay que subrayar que se trata de una modificación de una familia de bacterias que se da sobre todo en la India y que, aunque ofrece mucha resistencia a los antibióticos, al final mediante una combinación de los mismos, en la mayoría de los casos, se vence. No debemos ser alarmistas».

Armarse
Por todo lo que esto puede significar a corto y medio plazo la Ciencia no cesa en la lucha y pese a que las bacterias evolucionen tanto o más que el ser humano y se adapten al medio que las rodea, hay muchas iniciativas interesantes que pueden servir para debilitarlas y acabar con ellas. Un estudio de la Universidad de Southampton (Reino Unido) ha determinado que el cobre podría actuar como barrera para ayudar a contener la propagación de un nuevo grupo de bacterias que contienen la enzima NDM-1 o metalo-beta-lactamasa de Nueva Delhi, a las que se ha denominado súper bacterias por su resistencia a casi todos los antibióticos conocidos y por la reciente detección de los primeros casos en Europa.


El director de la Unidad de Salud Ambiental de la Universidad de Southampthon, el profesor Bill Keevil, ha afirmado que el cobre podría desempeñar un importante papel en el control de la propagación de la enzima NDM-1. «El gen de esta nueva enzima se desarrolla en ADN plásmido que se degrada en contacto con superficies de cobre», ha señalado. Los resultados de estos ensayos demostraron que la contaminación bacteriana en estas superficies se redujo entre un 90 y un 100 por cien. Las conclusiones han llevado a centros sanitarios, como el Centro de Fibrosis Quística del Northern General Hospital de Sheffield (R.Unido), a reemplazar las superficies de contacto.
Asimismo, recientemente se publicó en «Nature» un ensayo que explicaba cómo una molécula denominada indol –presente en algunos tipos de bacterias como E. coli, Shigella, E. faecaelis, and V. cholerae– podía ser el punto débil de los microorganismos para luchar contra ello y evitar las resistencias a los medicamentos. Henry Lee, del Departamento de Ingeniería biomédica de la Universidad de Boston en EE UU, explica que «la mayoría de los fármacos se crean para combatir una proteína o un proceso biológico indeseable. Sabemos, sin embargo, que estas bacterias resistentes realmente crecen mejor si no tiene que producir indol. Si se altera ésta podríamos combatirlas mejor».


En cuanto a cómo se puede luchar contra estas bacterias resistentes «se ha visto que, debido al desarrollo de cepas resistentes a antibióticos, la fagoterapia es una buena opción. Se están investigando muchas vías para luchar contra ellas, estas fagoterapias fueron ampliamente desarrolladas en países del este, pero con la aparición de los antibióticos cayeron en desuso, pero ahora se están volviendo a "poner de moda"aunque como todo tienen sus pros y sus contras... Por lo que una terapia combinada de antibioticos y fagoterapia puede ser una buena solución, pero esto conlleva desarrollar terapias específicas para cada bacteria», explica Alfonso H. Magadán, microbiólogo de la Universidad de Laval en Quebec, Canadá, y coautor del estudio aparecido recientemente en «Nature» que exponía cómo un tipo determinado de virus (bacteriófago) pueden servir de arma en la batalla contra las súper bacterias.

Un problema emergente
Las bacterias multirresistentes a los medicamentos son un problema creciente en todo el mundo, marcadas por el crecimiento del número de infecciones generadas por esta causa, como las que genera el staphyloccus aureus, resistente a la meticilina (MRSA). «Tanto en EE UU como en Europa, en los últimos 10 años no ha habido ni un solo organismo que haya reducido su capacidad de resistir los antibióticos, y prácticamente todas han aumentado sus niveles de resistencia», explica Bruno González Zorn, investigador del Centro de vigilancia sanitaria Visavet de la Universidad Complutense de Madrid. «Debemos ser conscientes de que en la UE mueren unas 25.000 personas al año solamente por las cinco bacterias más resistentes a antibióticos», añade Zorn.