Nueva York

Esperando a Rafa

Después del paso del huracán «Irene» por Nueva York hoy arranca el Abierto de Estados Unidos. Lo hace plagado de incógnitas y más abierto que nunca. Djokovic, Nadal, Federer, Murray... Todos tienen motivos para aspirar a lo máximo, pero también dudas que despejar tras los dos Masters 1.000 en pista dura del verano americano.

 
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Lo único que parece claro es que 48 horas después de cerrar el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King por el huracán, las instalaciones se volverán a abrir a las ocho de la mañana para arrancar la competición a partir de las once. Sólo Roger Federer, entre los grandes, debuta en la primera jornada.

Nadal, que se medirá en primera ronda al kazajo Gobulev, número 97 del mundo, lleva una semana en la ciudad después de su desconcertante pasó por Montreal y Cincinnati. Una derrota en segunda ronda y otra en cuartos de final son su peor balance antes del último «Grand Slam» de la temporada. Rafa defiende el título y algo más. «Fue uno de los momentos más bonitos de mi carrera», recuerda sobre su victoria del año pasado. Está obligado a demostrar que su tenis no está en crisis. Falto de chispa en los dos anteriores torneos, Nadal recibió varios toques de su tío. «Era normal que perdiera jugando así», fue lo más suave que soltó Toni. Rafa se encuentra mejor física y anímicamente que hace diez días. Las molestias en el pie izquierdo han dejado de molestarle; las rodillas, también y la quemadura que sufrió en dos dedos está casi olvidada. «Estoy mucho mejor, he sido capaz de entrenar en condiciones normales, aunque usaré vendaje porque la piel en la zona de los dedos aún es muy fina, pero estoy bien», asegura.

El cuadro ofrece unas hipotéticas semifinales entre Nadal y Murray. El escocés, que ganó a Djokovic en la final de Cincinnati por la retirada del serbio, ha sido el jugador que ha puesto en más problemas este año a «Nole». Su problema es que sigue teniendo pendiente ganar un «grande».

Por el otro lado del cuadro marchan Federer y el número uno del mundo. A Rafa no le hace ninguna gracia pensar en una sexta final este año contra el serbio. Ha perdido las cinco anteriores. «No estoy muy contento de cómo he jugado contra él», acertó a comentar horas antes de verse obligado a recluirse en su hotel por el paso de «Irene» porNueva York.