España y Francia cada vez más cerca

Madrid- «Los tiempos han cambiado», dice Laurent Blanc, el seleccionador francés, tras hacer memoria y pensar en el año 2000, cuando su Francia, en la que él era jugador y capitán, eliminó a España en la Eurocopa de Bélgica y Holanda después de que Raúl fallara un penalti decisivo. No le falta razón a Blanc. Los países vecinos cada vez están más cerca en el aspecto deportivo y un triunfo de la Selección de fútbol sería un paso más, porque hasta ahora nunca ha vencido en un choque oficial a los galos. Y todo son duelos con historia: el fallo de Arconada en 1984, dejar a España fuera de la «Euro» de 1992 en la clasificación, la pena máxima de Raúl en 2000 o el partido en el que íbamos a jubilar a Zidane y «Zizou» pasó a «La Roja» por encima. En los duelos directos el equipo galo mantiene su hegemonía, aunque en títulos globales España ya ha logrado igualarla al conquistar su segunda Eurocopa y su primer Mundial. Los éxitos logrados por ambos países siempre se han mirado con cierto recelo por unos y otros, de ahí que no se terminen de encajar los triunfos de Rafa Nadal en París o de los ciclistas españoles en el Tour. En el país vecino tienen clavado no poder vencer en sus propios torneos: el último tenista que se impuso en Roland Garros y en un torneo de «Grand Slam» fue Yannick Noah, en 1983, aunque es verdad que están trabajando muy bien y tienen a muchos jugadores entre los cien primeros del circuito. Les falta un fuera de serie como Nadal. El último triunfo francés en el Tour fue de Bernard Hinault, en 1985. Después de eso llegaron la mayoría de victorias españolas: la de Perico, las cinco seguidas de Indurain, las de Contador, Sastre y Pereiro. Pese a que en deportes como el baloncesto la tradición española sea mayor, aunque también cimentada en los últimos 20 años, España todavía tiene mucho que aprender del país del gallo en deportes más minoritarios y en muchas de las disciplinas olímpicas como la natación, de ahí que el cordobés Rafa Muñoz se marchara a entrenarse a Marsella un tiempo para buscar más competencia. El dominio francés en éxitos en los Juegos Olímpicos es aplastante, aunque la diferencias se reducen, sobre todo desde los Juegos Olímpicos de Barcelona. España ha dejado de ser el vecino pequeño.