Cataluña
Fèlix Riera: «La Ley del Cine se dialogará con todos los sectores»
«Cataluña antes iba a los mercados a comprar y mirar, ahora puede vender»
barcelona- ¿Qué le animó a dejar la dirección editorial del Grup 62 para pasar a dirigir el Instituto Catalán de las Industrias Culturales (Icic)?
–Hay varios factores. Por una parte, me ilusiona el proyecto que ahora encarna Artur Mas que, para mí, es algo más que un proyecto ideológico porque también lo es generacional. En segundo lugar, probablemente el motivo más importante, es la confianza del conseller Ferran Mascarell de que puedo aportar mi experiencia en ámbitos profesionales. En el discurso del conseller en el Parlament hay una sustancia ideológica, de visión culturalista, que gente como yo compartimos desde siempre. Estos factores jugaron a favor de mi decisión.
– Encargarse del Icic en una época de recortes presupuestarios, ¿supone una mayor complejidad para su cargo?
– Siempre se ha pensado que el dinero es una cuestión de cantidad desde el punto de vista de la administración pública. Pero también hay algo de calidad, de ver cómo utilizamos este dinero para dar la máxima eficacia a estos sectores. Creo que la gestión no siempre se debe hacer con todo el viento a favor, aunque pienso que podemos llegar a buen puerto pese a las condiciones que tenemos. Ahora, debemos cuidar las provisiones porque en estos momentos están limitadas.
– ¿La Ley del Cine es el reto más complicado del Icic?
– La Ley del Cine es el resultado de una disfunción que todo país moderno debe corregir. La situación del cine en catalán no es aceptable desde el punto de vista de un gobierno. En esto estará de acuerdo cualquier persona, no solamente los que tengan una visión catalanista. Por tanto, yo lo veo como una herramienta que, con diálogo y consenso, arbitrando las mejores soluciones, podemos conseguir unos mínimos porque ésta no es una ley de máximos sino de mínimos. Es la única manera con la que podremos dialogar con otros sectores. Pero hay que intentar que esta legislación sea perdurable en el tiempo. Ahora nos encontramos en la situación de escuchar a todas las partes para encontrar soluciones.
– Para poner en marcha una ley, ¿son necesarias las sanciones?
– Una ley es un marco teórico y un reglamento lo es práctico. En este caso, el reglamento nos permitirá ver cómo y de qué manera podemos desarrollar esta ley. Sin embargo, yo diría que la sanción no es mala. Si tiene una base para enviar un mensaje nítido y claro de que queremos que se cumpla esta norma, soy más partidario de convertir la sanción en otro aspecto de gestión de la norma. Cuando implantemos el reglamento, tras un acuerdo con los actores implicados –distribución, exhibición, producción y creación, entre otros–, nosotros hemos de construir la fórmula para poder cumplir esta norma. Si no llegamos a un acuerdo, ya sea con sanciones o estímulos, no saldremos adelante. Cataluña se ha marcado un objetivo y debe llegar a él.
– Uno de sus objetivos es el de la internacionalización de la cultura catalana. ¿Cómo piensa lograrlo?
– Racionalizando los efectivos que tenemos para conseguir, en la medida de lo posible, poder liderar donde hagamos inversiones. Por otra parte, Cataluña hasta ahora en los mercados internacionales iba a aprender, comprar y mirar. Hoy Cataluña está en condiciones, por la calidad de su proyecto cultural, de ir al mundo a enseñar, vender y ser mirada. Cataluña ya está homologada, igual que la industria de cualquier país civilizado.
Una futura feria en Barcelona
Entre los proyectos de Fèlix Riera se encuentra la posibilidad de creación de una feria artística en Barcelona, aunque el director del Icic matiza. «Una feria no puede ser solamente una feria. Aquí queremos que exista algo más, que haya un proyecto», comenta Riera. Ya ha comenzado a dialogar con las asociaciones de galeristas y admite que desde Fira de Barcelona hay interés en esta iniciativa.
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