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Millones donde «nunca toca»

El 58.268, el «Gordo», dotado con 4.000.000 de euros, se va a Huesca
El 58.268, el «Gordo», dotado con 4.000.000 de euros, se va a Huescalarazon

 madrid- Es un tópico del 22 de diciembre: «Si no me toca a mí, que al menos sea alguien que lo necesite». Ayer se cumplió. Agricultores, ganaderos, y, cómo no, parados. Gente humilde que recordarán de por vida un año que parecía destinado al olvido. Hay tres nombres que se les quedarán grabados. Por supuesto, los de Johan Fernández y María José Posligua, los niños encargados de cantar a las 09:57 horas el tempranero primer premio de cuatro millones, el más «gordo» de la historia. Pero también el de Olga Bonet, que repartió suerte entre cientos de vecinos de la provincia de Huesca. Cierto es que el 58.268 se vendió íntegramente en la única administración de loterías del pueblo oscense de Grañén, de menos 2.000 habitantes y ubicado en Los Monegros. Sin embargo, Olga adquirió cien décimos que vendió en participaciones de cinco euros en nombre de la Asociación de Amas de Casa de la localidad vecina de Sodeto. Así, ha «repartido» 120 millones de euros. ¿El resultado? Nadie en Sodeto ni alrededores se quedó en casa.

«Lo hemos vendido todo salvo algunos décimos», decía María Pilar, dueña de la administración de Grañén que, «lamentablemente», no se quedó con ningún número. Pero el champán no le faltó. Varios de los agraciados se acercaron a su establecimiento para regalarle algunas botellas. El décimo ganador también llegó a Huesca capital. Concretamente al asador «Esperanza» y al bar «Carlitos». «No me lo creo, en Huesca nunca toca nada», decía la dueña del «Esperanza». Mientras, el bar «Carlitos», abierto por una familia rumana –el nombre del local corresponde al hijo de la dueña, de 10 meses–, y que adquirió 38 series.

Trabajadores e inmigrantes, como apuntó Mijaela, la dueña, son la clientela habitual del local.

De «rebote», El Gordo llegó a Murcia. «Voy a Huesca. ¿Os traigo lotería?». Es lo que preguntó Ángel Martínez, camionero de Molina de Segura, a sus compañeros de la empresa Fitosa. Ángel regresó con diez décimos.

«El Lute» repartió suerte

Eleuterio Sánchez no sólo es el nombre de un célebre ladrón; «El Lute», como le conocen sus allegados, es también un pensionista de Las Arribes del Duero que ha llevado El Gordo a cuatro pueblos salmantinos tras comprar los décimos en Huesca. Algunos de los agraciados forman parte de una cuadrilla de la construcción de la localidad de Cabeza del Caballo. En Saucelle, al menos tres personas también han sido premiadas gracias a Eleuterio. Mientras, en Barruecopardo, una trabajadora del centro de Turismo Rural, Sara, se enteró de su suerte mientras hacía las camas en el establecimiento.

Sin embargo, los premiados se concentran en los pueblos cercanos a Grañén. Durante dos meses, Pilar vendió participaciones en 15 localidades cercanas a Sodeto, un pueblo de 250 habitantes donde predominan la agricultura y ganadería. Cada una a cinco euros, de los cuales uno era para su asociación. «Al principio no lo escuché bien. Piensas que dicen ‘‘60'' en vez de ‘‘68''... Después, ni me lo creía», dice. Pilar recuerda que su marido y su hija están en el paro y que sus nueve participaciones ayudarán a paliar la situación. Mientras, Ana casi no puede hablar. Salta de alegría en la plaza de Sodeto junto a sus vecinos bajo una lluvia de champán, pero sin descuidar el bar en el que trabaja desde que llegó en 2007 procedente de Rumanía. No reprime las lágrimas: «Mi marido murió y he tenido que criar a mis tres hijos yo sola. Ahora saben que su madre podrá ocuparse de ellos».