Cataluña

Mas se alza como valedor de las selecciones deportivas catalanas

La Generalitat invirtió el pasado año 1.728.555 euros para promocionar distintos equipos

Mas con los presidentes de los principales equipos de fútbol catalanes de primera división, segunda A y segunda B
Mas con los presidentes de los principales equipos de fútbol catalanes de primera división, segunda A y segunda Blarazon

BARCELONA- En su camino hacia Ítaca, que en el imaginario catalán es la independencia de Cataluña, Artur Mas hizo ayer una parada con la Plataforma ProSeleccions Esportives Catalanes para potenciar la idea de que «una nación como Cataluña se ha de proyectar al mundo con normalidad en el terreno deportivo». El presidente de la Generalitat ejerció de padrino y anfitrión del acto de firma de un convenio entre los clubes catalanes de fútbol de primera y segunda división A y B y la Plataforma ProSeleccions Esportives Catalanes, por el cual los primeros se comprometen a colaborar con la entidad privada en actos de promoción y difusión de las selecciones catalanas y en acciones que impulsen su reconocimiento internacional.

Mas defendió que el reconocimiento de las selecciones deportivas catalanas «no debería causar tantas alarmas y miedos», aunque admitió también que «es un camino difícil».
Su presencia en el acto fue más bien simbólica, puesto que el convenio no especifica ni implica actuaciones concretas, así como tampoco compromete a la Generalitat. El president no quiso desperdiciar la ocasión de mostrar, una vez más, su apoyo incondicional a esta causa presidiendo el acto de firma del convenio y cediendo las instalaciones del Palau de la Generalitat. Mas se ha consolidado como uno de los máximos defensores del reconocimiento internacional de las selecciones catalanas, tal y como demuestran las cifras de los fondos que el gobierno catalán ha destinado a este cometido bajo su mandato.

En los últimos seis meses de 2011, la Plataforma ProSeleccions Esportives Catalanes recibió 260.400 euros en subvenciones directas de la Generalitat para sufragar «gastos de las actividades deportivas y actos de impacto significativo o relevancia social e histórica». La ayuda, procedente del Consejo Catalán del Deporte, se realizó mediante dos subsidios de 130.200 euros cada uno.

Paralelamente, el Govern complementó esas subvenciones con ayudas directas a algunas de las 21 federaciones deportivas catalanas. Así, la que salió más beneficiada de la generosidad de la Generalitat fue la de Patinaje, que en 2011 recibió 567.061 euros del Consejo Catalán del Deporte y otros 47.965 procedentes del departamento de Presidencia, mientras que la Federación de Bolos y Bowling recibieron 294.592 y 25.380 euros. Por su parte, la Federación de Fútbol Sala ingresó en sus arcas 129.694 euros procedentes de las ayudas del Consejo y otros 12.536 más de Presidencia y así hasta nueve federaciones, lo que supuso un desembolso total para la Generalitat de 1.728.555 euros.

Un asunto polémico
Los gastos del gobierno autonómico en materia de promoción de las selecciones autonómicas y su reconocimiento a nivel internacional han levantado ampollas. Entre 2008 y 2010, la Generalitat destinaba 1,2 millones anuales a esta causa en concepto de subvenciones del Consejo Catalán del Deporte, pero, a partir de 2010, los recortes presupuestarios llevaron al gobierno autonómico a reducir esas ayudas a 295.000 euros.

Sin embargo, paralelamente, la Generalitat empezó a compensar ese recorte mediante la entrega de fondos de otros departamentos a entidades relacionadas con la promoción de las selecciones autonómicas, como los 150.000 euros que Cultura invirtió en el «Concierto del día de las selecciones catalanas» o los 120.000 € que Bienestar y Familia destinó a «actividades extraordinarias en materia de juventud».

El Tribunal Constitucional avaló el pasado mayo la Ley de Selecciones Catalanas, aprobada en el Parlament en el año 1999 con los votos en contra del Partido Popular, pero puntualizó que podrán participar en competiciones «en ámbitos supraautonómico» siempre y cuando «no se produzca la confluencia de sus intereses con los del deporte federado español en su conjunto». La ley modificaba algunos artículos de otra de 1988, que fue consecuencia de una iniciativa legislativa popular.