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Un taxista se ofrece a la ciencia para ser momificado

¿Sencillez o afán de protagonismo? Se trata de una pregunta de difícil respuesta teniendo en cuenta el caso de Alan, un taxista que se ofreció como voluntario para ser momificado una vez muerto, a petición de la ciencia y de un programa de televisión.

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Responder a un anuncio en el periódico fue lo único que le hizo falta a este taxista para pasar a mejor vida recordado por todo el mundo. Alan Bills murió a causa de un cáncer de pulmón a los 61 años, y quiso hacerlo como si de un faraón egipcio se tratase, retomando la técnica de la momificación de hace 3.000 años en Sheffield, Inglaterra.¿Qué pensarían los familiares si llega uno de sus miembros anunciando que quiere ser momificado, y que la idea se la ha dado un anuncio en el periódico? Pues bien, los más allegados de Alan no pensaron nada fuera de lo común. Una decisión respetada como su última voluntad, así fue la reacción de la mujer, e hijos ante el anuncio.Según informa el diario británico Daily Mail, los familiares estuvieron de acuerdo con el momificado desde un principio por varias razones. A Alan Billis le entusiasmaba ser el centro de atención, y qué mejor forma de pasar a la historia que ésta y ser recordado por sus nietos por dicha hazaña. Además, y en concordancia con su falta de interés por la religión, ya había dejado claro su deseo de ser enterrado con el mínimo esfuerzo, de hecho, una caja de madera en el jardín de atrás de su casa le era suficiente.El coste de un entierroAproximadamente, en España un entierro viene a costar unos 2.000 o 2.500 euros de media, incluyendo el féretro, el enterramiento o cremación, el tanatorio, el coche fúnebre y los certificados y las tasas. Desglosado, el total del pago se divide en unos 600 euros de media para el féretro, algo más de 300 euros en caso de que se lleve a cabo un enterramiento, precio que únicamente cubre los diez primeros años, pasado ese tiempo se deberá buscar un nuevo lugar, o renovar el ya utilizado, mientras que la cremación sale más cara, unos 500 euros, sumado a los 200 euros, aproximadamente, de una urna.El tanatorio varía según la localidad en que se encuentre, pero aproximadamente cuesta unos 300 euros, sumados a otros algo más de 200 euros por el alquiler del coche fúnebre. Con esto ya llevaríamos sumados cerca de mil euros en el caso del enterramiento y unos 1.200,aproximadamente, si se trata de incineración.A esta suma, hay que añadirles las tasas y certificados expedidos por el Colegio de Médicos y con un coste de cerca de 100 euros, cifra que puede variar según la provincia. Pero el desembolso no queda ahí: si añadimos las flores, la esquela y la mesa de firmas (en total algo más de 500 euros), la suma asciende a más de dos mil euros tanto para el enterramiento como para la cremación.Protagonista de un documental de televisiónDe haberse dado este extraño caso en nuestro país, ésa es la cifra que Alan se hubiera ahorrado una vez muerto… sin pretensiones. Pero para muchos el asunto va más allá, y es que el hecho de ser retransmitido por un canal de televisión en forma de documental puede hacer pensar en fama, o en un exceso de morbosidad para algunos, pero al final y al cabo esa fue la última decisión de Alan.El caso es que este inquieto taxista quería seguir siendo útil para la sociedad una vez muerto, ya fuese para contribuir a la ciencia como conejillo de indias o al entretenimiento en forma de documental.Quién sabe dónde acabará el cuerpo momificado de Alan y cuánto durará su aventura, pues lo familiares podrán recuperarlo cuando deseen y para lo que dispongan.