Valencia
Así se escribe la historia de España
Hoy es un gran día para todos los españoles. Hay momentos en la vida en los que sentimos que estamos siendo testigos de un acontecimiento histórico y el acto de inauguración de la línea de Alta Velocidad Madrid-Valencia es, sin duda, uno de ellos.
Por fin, tras casi dos décadas, el tren de Alta Velocidad une Valencia y Madrid, dos de las comunidades más prósperas de España, en las que vive uno de cada cuatro españoles y donde se produce uno de cada tres euros de la riqueza nacional.
Una infraestructura de transporte que por su magnitud y por su trascendencia justifica la razón de ser de un Estado. Fueron necesarios seis años para que se pasase de su planificación en el marco del Plan de Infraestructuras de Transporte a la colocación de la primera traviesa por el presidente José María Aznar en 2002. Y han hecho falta ocho años más para que definitivamente se vertebre España desde el primer aeropuerto internacional hasta el primer puerto del Mediterráneo. La nueva línea es una gran obra de ingeniería que demuestra la capacidad de los españoles para hacer grandes cosas. 391 kilómetros de vías, 4 nuevas estaciones, una decena de túneles y viaductos y el impresionante viaducto del Embalse de Contreras, por el que el tren entra en tierras valencianas, nos recuerdan que cuando trabajamos en la buena dirección somos imparables.
La unión de la Comunidad de Madrid y la Comunitat Valenciana en alta velocidad es una buena noticia para todos. Con esta línea se fortalece un eje de prosperidad que está destinado a marcar el futuro económico y social de nuestro país. A partir de hoy se pone en marcha un nuevo impulso para la economía nacional, para la cohesión social y para la creación de empleo.
Valencia será desde hoy el puerto y la playa de millones de madrileños y de millones de turistas; Madrid será desde hoy la capital vecina y próspera a la que los valencianos vamos a acudir para multiplicar nuestras oportunidades de negocio y de intercambio comercial, turístico y cultural.
Ganamos en seguridad vial en las carreteras, ganamos en tiempo ahorrado para producir o disfrutar con nuestras familias, ganamos en un medio ambiente más limpio. Es, sin duda, un paso hacia el progreso y el bienestar de toda nuestra sociedad. La presencia de Sus Majestades los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, quienes son muy queridos por los valencianos, pone de manifiesto la importancia de esta línea para la unidad, la prosperidad y el futuro de toda la nación española. Representan la autoría y la generosidad de los grandes proyectos nacionales.
Todos estamos de enhorabuena, lo hemos conseguido. Estamos ante un gran éxito de España, de los valencianos y de los madrileños. Muchos hemos trabajado para que este AVE fuese una realidad.
Quiero felicitar a todos los que han impulsado y apoyado esta obra, a la sociedad civil, empresarios, cámaras de comercio, la Fundación Pro-AVE, a los ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos y nacionales porque sin ellos no hubiese sido posible.
Quiero felicitar a quienes la han construido, trabajadores, ingenieros, topógrafos, arquitectos y a quienes los han dirigido desde 1996 desde ADIF y el Ministerio de Fomento.
Y quiero felicitar a todos los españoles y viajeros que van a disfrutar de este nuevo medio de comunicación que va acercar Valencia a Madrid y Madrid a Valencia. Miles de pasajeros que antes de su puesta en marcha han llenado de razones una reivindicación histórica de los valencianos.
El 18 de diciembre de 2010 se inscribe en nuestra historia como pueblo, es una gran fecha para nuestra tierra. Los valencianos somos conscientes de la repercusión que tendrá esta nueva línea de Alta Velocidad y por eso llevamos años preparándonos a fondo para aprovechar todas las posibilidades que brinda esta formidable infraestructura.
Hemos invertido en todos aquellos ámbitos sobre los que la llegada del AVE tendrá una mayor incidencia, mejorando la intermodalidad de personas y mercancías a través del transporte público metropolitano y las instalaciones logísticas de nuestros puertos y aeropuertos. Hemos multiplicado nuestra oferta cultural, recuperado nuestro patrimonio y mejorado nuestra oferta turística.
Sabemos que somos capaces de convertir esta nueva línea de alta velocidad en la más rentable de España en todos los sentidos, social, medioambiental y económico. La suma del AVE al dinamismo de Valencia multiplica nuestro potencial y seguro que nos convertirá en la segunda área metropolitana de España. Esto es el comienzo de un viaje y de una ambición que no acaba aquí, de la que vamos a vivir nuevas etapas. Nuestro sueño no será completo hasta que no llevemos el AVE a Castellón, Alicante, Elche y Murcia y hasta que no culminemos la conexión definitiva e inaplazable con Europa a través del Corredor Mediterráneo.
Hoy escribimos una página histórica, nos subimos a un nuevo tren de progreso, es un viaje que no acaba nunca, como tampoco queremos que acaben nunca nuestros sueños, ilusiones y ambiciones. Todos estamos más cerca de llegar más lejos.
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