ERC libra a Mas de explicarse en el Parlament por el caso Palau

BARCELONA- La vuelta al primer plano de las presuntas comisiones ilegales que Convergència Democràtica cobró por adjudicar obra pública usando a Fèlix Millet como intermediario bien podría convertirse en un punto de inflexión de esta legislatura. Después de que el juez declarara el miércoles a CDC como «responsable civil a título lucrativo» del expolio del Palau de la Música, todos los partidos de la oposición se lanzaron en tromba a pedir explicaciones a Artur Mas por su doble condición de presidente de la Generalitat y de CDC. Tan graves son los indicios que apuntan a la financiación ilegal de CDC que la Junta de Portavoces del Parlament debatió ayer la conveniencia de que Mas comparezca ante los diputados para ofrecer explicaciones, pero el president se libró del trance gracias a la ayuda de ERC.

De nada sirvió que el resto de la oposición (PSC, PP, ICV, SI y C's) uniera sus votos para forzar la comparecencia del president, ya que CiU y ERC suman mayoría en el hemicilo. El auxilio de los republicanos se produce a falta de una semana de que el Parlament apruebe su propuesta de pacto fiscal y hace presagiar que el frente nacionalista de Convergència y Esquerra va a actuar conjuntamente el resto del mandato, ya que ambos partidos están de acuerdo en reivindicar un trasunto de concierto económico.

El lema de «manos limpias»
Las justificaciones de ERC para salvar a Mas de acudir al Parlament provocaron el sarcasmo del resto de la oposición, que no daba crédito al sobrevenido cambio de actitud de una formación que siempre ha hecho bandera de las «manos limpias». «Ahora han pasado a "manos a los bolsillos"», dijo la portavoz adjunta del PSC, Laia Bonet.

Según la portavoz parlamentaria de Esquerra, Anna Simó, citar a Mas en el Parlament no es necesario porque no hay que dar pie a un «show». «No queremos un espectáculo, queremos que se den explicaciones», dijo Simó para maquillar la postura de su partido. A continuación, la dirigente republicano trató de dar la vuelta a la tortilla a las suspicacias que levantó su alienación con CiU.

«Si antes de acabar esta semana CDC no pide voluntariamente la comparecencia de sus máximos dirigentes aquí en el Parlament, ERC pedirá su comparecencia y si conviene también la de ex consellers que puedan estar implicados en esta supuesta financiación irregular de CDC a partir de obra pública», añadió.

Esta amenaza fue ridiculizada por el resto de la oposición, que no comprende el otro gran argumento de ERC para librar a Mas del trance parlamentario: salvaguardar la presidencia de la Generalitat. «Hasta ahora solo había un partido bajo sospecha. Ahora ya hay dos», consideró el portavoz parlamentario del PP, Enric Millo. Por último, constató que desde ayer existe «una nueva mayoría».

Los dirigentes del Govern y de CDC, por su parte, apelaron a la presunción de inocencia. «No ha habido la oportunidad plena de CDC para defender nuestra honorabilidad, que en este momento la sentimos amenazada», afirmó el vicesecretario general de estrategia de CDC y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, que incluso dijo que desea el día del juicio.

CLAVES
El clamor
Toda la oposición está de acuerdo en que Artur Mas debe dar explicaciones sobre la presunta implicación de CDC en la trama corrupta del Palau de la Música, puesto que el juez ha declarado su «responsabilidad civil a título lucrativo» en su expolio.
La geometría
ERC, sin embargo, no ve necesario citar a Mas en el Parlament, a diferencia de toda la oposición. El gesto de socorro de Esquerra y su coincidencia con el pacto fiscal hace pensar en un cambio de rumbo en esta legislatura, que a partir de ahora protagonizaría un frente nacionalista.