Asturias
Mateo ya no busca su sitio
Mateo ya no está perdido. La pose altanera y aterrorizada que lucía cuando llegó a San Martín del Sella desapareció tiempo atrás cuando se vio arrastrado por las costumbres de un pueblo que no tardó mucho en cautivarle.
Rompió su coraza, se enamoró y comenzó a disfrutar de las maravillas de vivir por y para los demás y a recibir a cambio algo más que un montón de dinero. «Doctor Mateo» no es una serie costumbrista más. Pese a ser una adaptación de la británica «Doc Martin» y beber de los argumentos de «Doctor en Alaska», ha sabido encontrar su propia esencia y ha conseguido que sus miles de fans peregrinen a Lastres, la localidad asturiana donde se rueda, dispuestos a descubrir cómo es el pueblo que les ha enamorado. En su quinta temporada, San Martín del Sella esta reviviendo y, tras ser declarado Pueblo Ejemplar, esperaba con ilusión la visita de los Príncipes de Asturias para enseñarles todas sus maravillas. Por eso al saber que la visita no se va a producir, los ánimos de sus habitantes están tan bajos que nadie quiere participar en las Olimpiadas Rurales que se celebran en el capítulo de hoy. Los conflictos generacionales surgen cuando Sara quiere participar en la competición de Troncha Robles, una prueba reservada sólo para los hombres. Los representantes masculinos del pueblo se muestran contrarios a la participación de Sara, pero Adriana, Trini y el resto de las mujeres creen que es hora de cambiar la tradición.
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