Afganistán
Un cabo herido en el décimo ataque a las tropas en lo que va de año
La ministra de Defensa, Carme Chacón, fue ayer un paso más allá de sus habituales declaraciones sobre Afganistán. Tras la ya muchas veces repetida afirmación de que ésa es la misión «más dura y arriesgada» de nuestras Fuerzas Armadas en el exterior, recalcó los riesgos que corren «a diario, en cada patrulla y en cada misión» que llevan a cabo.
Por eso, en videoconferencia con los jefes del contingente en el país asiático, insistió en la necesidad de mantener la «alerta máxima» y «redoblar los esfuerzos».
Horas después, el Ministerio de Defensa informaba de que un cabo primero de Infantería de Marina había resultado herido en un brazo a consecuencia de un disparo que se produjo durante un combate con insurgentes cerca del puesto avanzado de Ludina. El ataque de ayer se suma a los nueve con los que vivieron el cambio de año las tropas españolas. Nueve ataques que se sucedieron entre el 15 de diciembre y la primera semana de enero y que en ningún momento fueron citados durante la videoconferencia.
Según la nota de Defensa, una patrulla de reconocimiento compuesta por tropas españolas y afganas fue hostigada con armas ligeras al noroeste de Ludina. Al ser atacados, los militares respondieron abriendo fuego. El cabo primero fue evacuado al hospital de Herat, donde se encuentra fuera de peligro.
Durante el combate, los militares se percataron de la presencia del cuerpo de un niño tirado en el suelo en la zona bajo fuego de la insurgencia. La patrulla mantuvo su posición para intentar recuperar el cuerpo del menor, que finalmente fue recuperado por sus familiares al acabar el combate. Al parecer, el niño falleció por disparos de los insurgentes.
La doble incursión en territorio insurgente que desarrollan las tropas ha incrementado el número de ataques incluso en invierno, cuando era habitual que los talibán se retiraran ante las duras condiciones climáticas y las dificultades para moverse por una zona abrupta como la que tienen bajo su responsabilidad las tropas españolas.
Esa doble vertiente se dirige por un lado hacia el oeste, en dirección a la frontera con Turkmenistán, y por otro hacia el noreste en dirección al valle del Murghab, uno de los últimos bastiones talibán en la región «española». En el primer avance no hay novedades. Una compañía sigue guardando el puesto avanzado de Ludina, donde reciben con cierta frecuencia hostigamientos por parte de los insurgentes, dado que se encuentra en la ruta por la que los señores de la guerra sacan la droga hacia el país vecino y la presencia de los españoles dificulta seriamente su próspero negocio. Este puesto está en la zona de influencia de la ruta «Lithium», que une Qala-i-Now (sede del grueso del contingente), con Bala Murghab, al norte de la región.
En el otro sector, el coronel Francisco Rosaleny, jefe del contingente, informó de dos incipientes movimientos de las tropas en dirección al valle del Mughab. El primero y más importante, el que efectuará la base avanzada de Muqur hacia la localidad de Darreh- ye Bum, en el vértice sur del valle. Eso supondrá que una compañía del Ejército español (unos 120 hombres), se asiente en la nueva base avanzada, siguiendo el trazado de la «Ring road», la carretera impulsada por la OTAN y queune las principales localidades del país en una especie de circunvalación nacional.
El segundo movimiento, más pequeño, lo realizarán precisamente dentro de la «ruta Opal», que va desde Muqur a Darrah-ye Bum. En ese tramo de la «Ring road», tropas españolas y estadounidenses van instalando puestos de observación cada dos kilómetros para mantener vigiladas las obras de la carretera. En el último mes y medio, gracias a ese trabajo, informó Rosaleny, la carretera ha avanzado siete kilómetros. La última posición española, «Echo», pasará a una nueva cuatro kilómetros más al este, «Golf», después de que los norteamericanos hayan mantenido entre medias, el puesto de observación «Foxtrot».
La numerosa presencia de insurgentes en esa zona obliga a tener las obras permanentemente vigiladas y a que los ingenieros tengan que «barrer» el área donde se va a trabajar para detectar si los talibán han colocado artefactos improvisados para detener la contrucción de la «Ring road».
«Atención» para un «año crítico»
- El jefe de Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, intervino ayer en la videoconferencia para pedir al contingente que sigan «trabajando con atención y con profesionalidad», porque 2011 «es un año crítico» y la fase en la que entra la misión es «difícil». «Así que, recordaos lo que estáis haciendo siempre, mucha atención, mucha profesionalidad, mucha suerte, cuidaos mucho y un abrazo», concluyó.
- La ministra de Defensa auguró un «buen» año para la misión con el comienzo de la transferencia de autoridad a los afganos. Asimismo, insistió en continuar el esfuerzo porque «Afganistán no puede volver a convertirse de forma impune en el lugar desde el que los terroristas planean ataques al resto del mundo». Igualmente, mostró el «orgullo» por el trabajo que realizan.
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