El PSPV de Canals también pidió la dimisión de Alarte

Estas conclusiones se desprenden de la carta que la todavía concejala del Ayuntamiento canalino, Marina Ballester, leyó ante el Comité Nacional del PSPV del pasado domingo, según aseguran a LA RAZÓN fuentes del partido en dicha localidad. Dijo Ballester que «el PSPV ha dado una imagen de nula transparencia, de nula democracia interna y, sobre todo, de nula dignidad».
Incidió en que la campaña «de la dignidad» ha sido la peor en la historia del PSPV y se preguntó «quién va a confiar en nosotros».

Responsabilizó a Carmen Martínez de la disolución de la Ejecutiva local y de la imposición de una gestora por lo que «los responsables de la debacle electoral y política que en estos momentos tenemos en el PSPV, deben dar cuenta de sus actuaciones, deben rendir cuentas no solo a los afiliados y afiliadas de este partido sino también a la sociedad valenciana, a la cual han defraudado». En este sentido, agregó que «ustedes han conseguido, si no asumen su responsabilidad y demuestran transparencia en sus acciones, que el PSPV se convierta en un partido marginal para la sociedad y minoritario, si esto no cambia, en las instituciones públicas valencianas» y espetó a Alarte que «si un hombre no tiene palabra ¿qué queda de ese hombre?».

Por otra parte, diversas fuentes socialistas no afines a la actual Dirección, auguraron que la supervivencia de Alarte se prolongará, «a trancas y barrancas» hasta las elecciones generales, «dado que todavía tiene cargos que repartir», tanto en la formación del nuevo Parlamento valenciano y las instituciones que de él dependen, como en la confección de las listas electorales para la contienda nacional. Esa circunstancia es la que ha hecho que los lermistas le apoyen «como un muerto útil» pero, después de las elecciones generales, incluso antes, tras la confección de listas y reparto de cargos, «lo dejarán caer y lo sustituirán en el puesto de secretario general».