Jaime Mayor Oreja

Matanzas mudas

La Razón
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Ayer llegaron a Madrid los arzobispos de Bagdad y Mosul, a pedir ayuda contra la persecución. Son curas mojados en sangre, porque sus fieles fueron objeto de una matanza en misa el pasado 31 de octubre. Murieron 58 personas y apenas ha habido respuesta. Por eso doce mil españoles han firmado un manifiesto (www.cristianosoriente.com) a favor de la libertad religiosa auspiciado por Jaime Mayor Oreja desde el Parlamento Europeo. Muchos creen que éstos son simples episodios de luchas entre moros y cristianos extremistas en mundos subdesarrollados y lejanos. Son los mismos que abogan por un mundo sin religión como solución pacífica. Nada más alejado de la realidad. Los integristas –como su nombre indica– combaten a los cristianos porque están convencidos de que su visión del mundo es la única posible. De la misma manera se extienden por Occidente cosmovisiones laicistas, que pretenden prohibir las manifestaciones públicas de lo religioso. De ahí que los mismos que persiguen los crucifijos en las escuelas españolas guarden silencio ante lo que pasa en Irak, Sudán, Pakistán o Arabia Saudí. Es hora de decir que lo religioso es tan democrático como lo ateo o lo agnóstico, y que la pretensión de eliminar de la polis la pregunta sobre Dios es tan despótica como la intención de los integristas de eliminar a los cristianos. Europa es el espacio de las libertades y la pluralidad. Conviene respaldar a los cristianos de Irak y otros lugares aunque sólo sea por favorecer nuestra libertad. De otro modo tal vez sea tarde cuando queramos explicar que nadie tiene derecho a expulsarnos del foro.