Última entrevista con LARAZON: «El islam necesita un siglo de las luces»

Amin Maalouf se aleja del territorio de la novela para reflexionar sobre la crisis política, social y económica en la que está hundido el siglo XXI. ¿Están agotadas las civilizaciones? ¿Los modelos sociales han tocado fondo? El escritor libanés reflexiona sobre la decadencia de los valores y la aparición de nuevas potencias en «El desajuste del mundo» (Alianza), un ensayo apasionante que abarca desde el colonialismo hasta Obama, desde Occidente a Oriente.

-¿La democracia es exportable?

-La democracia siempre se ha exportado. La cuestión es qué medios usar para difundirla. Hay que preguntarse si lo estamos haciendo honradamente. Es un problema de actitud hacia un país. Si llegas como libertador o invasor. Si respetas a la población o les disparas. Si traes los medios apropiados, obtienes resultados. Pero no puedes destruir un estado, bombardear las ciudades, y luego decir que la población no estaba preparada para la democracia. EE UU nunca quiso llevar la democracia a Irak. Si se quiere introducir, hay maneras, pero nunca se ha hecho.

-Dice que los países musulmanes están anclados en la historia. ¿Necesita el islam una revolución?

-No necesita una, sino varias. El islam necesita un siglo de las luces, una revolución volteriana. Está claro que necesita democracia, un estado de derecho, necesita respeto hacia las personas, que no depende de la arbitrariedad de un dirigente. Necesita lo que cualquier hombre y mujer del mundo pide: educación y viviendas de calidad. Y no estar a la merced de la policía religiosa y política.

-Reclama el liderazgo de EE UU.

-Sí, necesitamos a EE UU. Siempre ha desempeñado un papel fundamental en el mundo. De ese país procede internet, la tecnología y el progreso científico. Dudo que alguna nación emergente tenga los valores más convenientes para todos como EE UU. Pero se necesita un EE UU que se comprometa de otra manera y se identifique con los valores que afirma defender.

-Obama tendió la mano a Irán. ¿Se ha perdido una oportunidad con la elección de Ahmadineyad?

-Sí, se ha perdido. Obama pronunció las palabras adecuadas en su discurso respecto a Irán. Si hubiera habido otros dirigentes capaces de responderle, las cosas habrían cambiado. Pero ha salido Ahmadineyad en unas elecciones con fraude. En la situación actual es difícil un acercamiento. Lo único a lo que se debe aspirar es a que no haya un enfrentamiento militar.

-¿Se necesitaría un líder que conduzca el mundo árabe?

 -El verdadero problema es lograr un líder con credibilidad. ¿Cómo la lograría? Se necesitaría un líder que defendiera a la población, que representara a todas las personas, y como la población está enfrentada a Occidente, cualquier líder para ser popular se debe enfrentar a esos países. La desconfianza hacia Occidente es enorme y será difícil que aparezca un político así si no se opone Europa y EEUU.

-¿La solución para Afganistán?

 -El primer paso es resolver la cuestión de Oriente Medio. Conseguir una solución pacífica. Con eso, los dirigentes musulmanes amigos de Occidente tendrían crédito ante su propio pueblo y podrían decir que Occidente no tiene sólo una política hostil. Con la paz se alcanzaría esa posición. De esta manera se apartaría a Irán de la escena política y otros países pasarían a ocupar el principal lugar político.

-¿Por qué Occidente está en crisis?

-Porque no es fiel a sus valores. O no cree en ellos o bien no respeta a los demás. Se ha relacionado con el mundo través de la dominación. En la actualidad existe una voluntad de cambio, pero no sabe cómo hacerlo si no es por la fuerza. La sensación es que Occidente está del lado del poder y que sólo le interesan las materias primas. Y Occidente siente que siempre está luchando por difundir sus valores.