EE UU y Europa elevan la presión sobre el «rais» sirio

Madrid- La incapacidad del Consejo de Seguridad de sacar adelante una resolución de condena contra la violencia gubernamental en Siria a causa del doble veto de Rusia y China dejó patente la división de la comunidad internacional sobre Oriente Medio. El fracaso de las potencias occidentales que modificaron hasta en tres ocasiones la redacción del texto en búsqueda de la adhesión de todos los miembros del Consejo evidenció una falta de liderazgo a la hora de ejercer su influencia. Los países emergentes, con Rusia y China a la cabeza, escenificaron, por su parte, su voluntad de actuar de contrapeso y defender sus propios intereses.
La imposibilidad de aprobar la resolución contra el régimen de Bachar al Asad por el uso «sistemático y continuado de la fuerza contra su población» cundió también en la falta de credibilidad de Naciones Unidas para hacer valer su Carta de Derechos Fundamentales. No es de extrañar que en la sede de la ONU en Nueva York se vivieran momentos de gran tensión e incluso se escucharan los discursos más beligerantes de los últimos tiempos.
La embajadora de EE UU ante Naciones Unidas, Susan Rice, acusó a Rusia y China de preferir vender armas a Siria antes de proteger a la población civil. Ayer el ministro de Exteriores británico, William Hague, expresó su «desolación» por la falta de una condena unánime. Una sensación compartida por el resto de cancillerías europeas, que junto a la Administración norteamericanas optaron ayer por elevar la presión contra el régimen de Bachar al Asad con un nuevo paquete de sanciones, mientras estudian un embargo de la ONU.

Maniobras turcas en la frontera
- El Ejército turco inició ayer maniobras militares en la frontera con Siria. Se trata de una operación limitada y previamente anunciada pero que se ha interpretado como un elemento de presión contra el régimen.
- Además, este fin de semana el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, desvelará durante su visita a un campo de refugiados sirios sanciones contra su vecino árabe.