La Habana
Antonio Villarreal: «Pagarán por lo que he sufrido»
En la gélida recepción del hostal Welcome, oculto en un polígono industrial de Vallecas, Antonio Villarreal –uno de los siete presos políticos que ayer aterrizó desconcertado en Madrid tras ser liberado por el régimen castrista– atiende a LA RAZÓN junto a su su familia. Demacrado, con la mirada perdida y la mente puesta todavía en Cuba, la patria que no sabe si volverá a pisar, expresa toda la desolación que siete años en las cárceles castristas le han dejado.
–¿Cómo se siente tras su liberación?–La verdad es que no sé como me siento. Confuso. Los años de aislamiento nos han secuelas a todos. Cuesta expresar tanto dolor.–¿Cómo ha vivido su liberación y su llegada a España?–Nos cogieron a un grupo sin decirnos a donde íbamos ni por qué motivo nos trasladaban. Nos dijeron que estuviésemos listos en 20 minutos sin decirnos nada más. Después nos trasladaron del interior del país a la prisión de La Habana donde me comunicó el Obispo el jueves que iba ser mandado a España. Llevamos más de 72 horas sin dormir. Estamos exhaustos.–¿Qué secuelas guarda de su encarcelamiento?–Estoy en tratamiento psiquiátrico por el trato inhumano que hemos recibido en prisión. –¿Se quedará a vivir en España?–Con esa idea vine.–¿Tienen información del Gobierno español sobre su futuro?–No tenemos ninguna información. Nos han dicho que debemos permanecer aquí y qué mañana (por hoy) nos explicarán qué va a ser de nosotros.–¿Hay alguna persona a quien pueden contactar, les ha dado el Gobierno algún número de contacto en caso de necesidad?–Estamos solos.–¿Qué mensaje tiene usted para el Gobierno cubano?–Cuando mis heridas estén cicatrizadas, alguien estará pagando por lo que he sufrido. Uno puede olvidarse por quién rió, pero jamás podrá olvidar por quién lloró.
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