Papademos trata de «atar» a sus diputados hasta aprobar las reformas

Atenas- El Gobierno griego del tecnócrata Lukás Papademos y sus socios de coalición presionaron a la desesperada ayer a los diputados para que hoy voten unidos a favor del acuerdo con la troika, mientras en las calles continuaban las protestas y huelgas contra las medidas de austeridad que impone el pacto. Tras la dimisión de los miembros ultraderechistas del gobierno y de varios socialistas, al ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) le han quedado sólo sus dos socios mayoritarios, el partido socialdemócrata PASOK y el conservador Nueva Democracia (ND).

Papademos, con una llamada dramática, emplazó a los parlamentarios a apoyar el acuerdo para un segundo rescate advirtiéndoles: «O esto el caos». «Somos conscientes de que este programa incluye sacrificios dolorosos para los griegos, pero una bancarrota condenaría a Grecia a una aventura sin control (...)», les conminó. El primer ministro destacó también el cariz histórico del acuerdo. «Ésta es la lucha de nuestra generación. Sería la mayor derrota de Grecia –después de 1974– si el país entrara en bancarrota y saliera de la eurozona, mientras que países mucho más pobres están haciendo importantes esfuerzos para entrar en el euros», argumentó.

No obstante, Pasok y Nueva Democracia cuentan con mayoría suficiente (236 diputados de 300 escaños)para sacar adelante el texto negociado con Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).

Sin embargo, en los últimos días 25 diputados del PASOK y 13 de ND han manifestado su rechazo a las duras medidas exigidas por los acreedores internacionales, pues conllevarán una drástica reducción de los salarios y las pensiones. Y ante el temor de mayores dimisiones, los líderes de ambos partidos reforzaron su presión sobre sus respectivos grupos parlamentarios. Tanto, que el líder de ND, Antonis Samarás, llegó a amenazar a los posibles diputados díscolos con no incluirlos en las listas electorales de los comicios de abril.

La tramitación del acuerdo en la comisión parlamentaria se llevó a cabo ayer sin sorpresas y será discutido hoy en el pleno de la Cámara en un debate que se espera que dure unas diez horas.

Máxima tensión en Atenas
Mientras los parlamentarios debatan hoy el acuerdo del que depende el futuro de Grecia, en el exterior se producirá la enésima manifestación contra los recortes, a los que se opone la mayoría de la población, después de que ayer el país viviera ayer la segunda jornada de huelga convocada por sindicatos y partidos de izquierda. El seguimiento fue menor, pero los transportes públicos no funcionaron y el resto de servicios básicos apenas funcionaron.