Alicante

Excusas de mal pagador

La Razón
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Desconozco el grado de implicación que tengan los representantes socialistas. No sé cómo acabará el «caso Brugal», pero resultan sorprendentes las declaraciones del portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Alicante, Antonio Amorós, para justificar su presencia en los papeles judiciales. Sus conversaciones con los empresarios implicados en la concesión del servicio de recogida de basuras son responsabilidad suya y, para exonerarse de una presunta participación, no puede recurrir a la excusa de que, en referencia al PP, «la responsabilidad siempre es de quien gobierna y controla las instituciones». Aquí lo importante es si, desde un partido u otro, han aceptado adherirse a un cambalache. Tan importante es que el grupo gobernante pueda cometer una fechoría, como que el de la oposición eluda, mirando hacia otro lado, su obligación de controlar la gestión pública. Amorós no ha estado acertado con sus palabras. Coincido con mi amigo Rogelio en que suenan más a buscar una justificación que a negar cualquier complicidad en lo que puede ser un escándalo importante.
Para expresarse de esa forma, quizás le hubiera convenido más el silencio.
Así es la vida.