Comida ecológica también para perros

En la cesta de la compra cada vez ocupan un mayor hueco los alimentos preparados. En el caso de la comida de las mascotas, más aún. La mayor parte de su alimentación se basa en piensos elaborados, dejando a un lado la comida preparada en casa. De ahí que sea importante vigilar lo que comen. Y como ellos no pueden decidir la calidad del producto, salvo si responde o no a su paladar, el dueño debe elegir bien. Algo en ocasiones complicado debido al extenso abanico de productos que hay en el mercado. Un pienso más caro no tiene por qué tener una mayor calidad, por lo que lo primero que tiene que hacer el amo de un perro o de un gato es leer la etiqueta. «El dueño de una mascota debería comprobar, antes de comprar, el porcentaje de grasa, proteína, fibra bruta, calcio y fósforo, así como el contenido energético de la dieta», explica Antonio de Vega, del Departamento de Producción Animal y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. «Los perros, como animales carnívoros que son –prosigue–, deberían tener una dieta con el mayor porcentaje posible de carne. El problema es que es cara, y en muchos piensos se sustituye por materias primas más baratas. Cuanto mayor sea el contenido en carne de un pienso más se podrá pagar por él. Aunque no siempre los precios más altos están justificados».
En el mercado también hay alimentos ecológicos para las mascotas. Éstos se diferencian de los convencionales en que están elaborados con alimentos (o derivados) cuyo cultivo está libre de sustancias químicas. Y como sucede con los productos para el consumo humano, se trata de alimentos de calidad con el aroma y sabor garantizados. Ahora bien, al igual que con el resto de piensos, lo primero que hay que mirar es la etiqueta.
Algunos veterinarios homeópatas aseguran que el cambio de alimentación de convencional a ecológico puede provocar mal aliento, diarrea... en el animal durante el periodo de tiempo en el cual el animal elimina las sustancias tóxicas de su organismo. Algo que descartan muchos especialistas. «Me extraña que suceda eso. Si el producto contiene carne, grasa y cereales, y éstos son de buena calidad, no tiene por qué presentarse ningún problema en ninguno de los casos», asegura De Vega.

En cambio, Alberto Fernández, uno de los dos socios fundadores de la empresa Verding que vende productos ecológicos, difiere. «No soy veterinario, pero algunos clientes nos han comentado que sus perros, con el cambio de alimentación de convencional a ecológica, tienen diarrea. Pero mal aliento no. Aunque realmente no se trata de diarrea, ya que no se deshidratan, sino de que las defecaciones de los canes dejan de ser duras y son blandas durante una o tres semanas». «En cualquier caso –continúa–, lo mejor para que no se produzcan problemas digestivos es que se combinen los dos alimentos y se vaya retirando paulatinamente el pienso no "eco"para que el cambio no sea tan drástico».
Los precios, en general, son mayores, aunque la diferencia no siempre es abrumadora. «Los alimentos ecológicos para perros y gatos son entre un 10 y un 20 por ciento más caros que los productos convencionales de marcas como Eukanuba o Pro Plan», afirma Fernández.
La diferencia es mayor en comparación con los productos de marca blanca. Así, un pienso completo para perro de pollo, arroz y vegetales ecológicos de la marca Yarral de dos kilos cuesta más de 12 euros. En cambio, el de Affinity de cuatro kg (no de dos) está en más de seis euros y el de la marca blanca de Eroski (también de cuatro kilos) de carne y verdura, casi tres euros.
En el caso de los envases grandes, la diferencia es menor. Así, un pienso ecológico para perros adultos con actividad normal de 12,5 kilos y ecológico cuesta menos de 50 euros y en cambio el de arroz y pollo de Hill's de 12 kilos cuesta más de 50 euros, y el de 15 kilos de Royal Canin casi 60, según los precios consultados en diferentes supermercados.

¿Resulta esencial?
En lo que sí hay una diferencia mayor de precio es en las galletas. Así, las galletas vegetarianas para perros de la marca Yarral cuestan más de cinco euros por 500 gramos, casi dos euros más que las galletas Friskies de 800 gramos o que las de Carrefour de 500 gr.
Ahora bien, ¿es realmente esencial que una mascota coma alimentos ecológicos? «Los piensos genéricos tienen todos ellos un requisito mínimo de calidad y seguridad. Así que optar por ellos es importante según la importancia que uno le dé. Pero resulta más esencial su ingesta en un hombre que en un perro, ya que el ser humano puede acumular restos de toxinas de una alimentación convencional durante los 80 años que puede vivir, mientras que un perro vive unos 17 o 18 años de media, por lo que el acúmulo de estas sustancias no es tan importante. Aunque los ecológicos sean mejores, ¿qué familia normal puede comprar todos los productos ecológicos?», precisa María Teresa Verde, presidenta de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa).