Iglesia Católica

Los frutos por Demetrio Fernández

La Razón
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No fue un relámpago en una noche de verano, ni tampoco los más de 350 millones de euros ingresados en España con motivo de la JMJ. Los frutos han sido más profundos y, por tanto, más duraderos. Los jóvenes han visto con sus propios ojos que hay muchos otros jóvenes que creen en Jesucristo, han experimentado que la religión no es algo de un pasado superado que hay que olvidar, han vivido una experiencia de Iglesia como jamás la habían vivido anteriormente. Y a los adultos se les ha llenado el corazón de esperanza con esta bocanada de aire fresco, que ya empezó a recorrer toda nuestra geografía en los días previos.
Es verdad que muchísimos jóvenes de nuestro tiempo están alejados de Dios, y quizá ni siquiera les ha llegado la onda de la JMJ, pero en esto, como en un gigantesco incendio, sólo se precisa una llama y pasto o monte seco para que se propaguen las llamas. En este caso, se trata del incendio benéfico del amor a Jesucristo, que puede cambiar nuestra civilización, como ha cambiado tantas veces la historia a lo largo de los siglos. Algo de esto está sucediendo también en nuestra época. «No os avergoncéis del Evangelio», «Anunciad a vuestros contemporáneos lo que habéis visto y oído estos días», escucharon millones de jóvenes de labios del Papa. Y los jóvenes han vuelto a sus casas, a sus parroquias, a sus grupos y movimientos con ganas de comerse el mundo. Los jóvenes buscan la verdad, la belleza, la felicidad verdadera, y muchísimos las han encontrado en la JMJ. Estamos a las puertas de una nueva primavera de la Iglesia.

 

Demetrio Fernández
Obispo de Córdoba