Diseño
El CSIC desarrolla un dispositivo capaz de medir el PH del aire
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado el primer dispositivo capaz de medir la acidez (PH) del aire para alertar sobre posibles casos de exposición nociva para las obras del patrimonio cultural.
Según ha señalado el CSIC, el aparato, cuya patente está compartida al 50 por ciento entre el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid, tiene un sensor que reacciona con los contaminantes y otras partículas del aire y cambia de color en función de su concentración.
Según ha explicado una de las investigadoras responsables del proyecto, M Angeles Villegas, este sistema permite que "cualquier usuario no cualificado podría monitorizar el PH ambiental a simple vista", gracias a una escala cromática previamente definida.
Así, ha explicado que a PH normal, el dispositivo presenta un tono rosado que va perdiendo su color según aumenta la acidez hasta volverse amarillo. Por el contrario, cuando el contenido ácido del ambiente disminuye, la superficie del sensor se torna violeta.
Además, el equipo ha desarrollado un sistema de telemedida capaz de transformar la señal óptica registrada por el sensor en una señal eléctrica, de manera que la información puede ser transmitida y almacenada en un ordenador. En este sentido, Villegas ha apuntado que "gracias a ello serán posibles otras aplicaciones en cuestiones relacionadas con la calidad ambiental, como el control de humos y de vertidos industriales".
Sin alimentación externa
El CSIC ha señalado que el dispositivo no requiere una fuente de alimentación externa y su película reactiva es reversible, lo que le permite ser usado de forma continua. Es, por tanto, un sensor reutilizable del que también ha destacado "su bajo coste". Además, mantiene su estabilidad térmica entre los -5C y los 60C.
"El proceso de deterioro de los bienes del patrimonio histórico y cultural se ha visto acelerado de un modo preocupante en el último siglo y una de sus causas puede ser el aumento de emisiones procedentes de motores, sistemas de calefacción y centrales térmicas, entre otras actividades", ha indicado la investigadora.
Villegas ha explicado que estos procesos provocan la liberación a la atmósfera de dióxido de azufre (SO2) que en presencia de la humedad ambiental producen un fenómeno conocido como lluvia ácida. El volumen que suele generarse no llega a precipitar, por lo que permanece en la atmósfera en forma de acidez ambiental.
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