Cataluña

El referéndum por la reforma de la Constitución tendrá que esperar

El referéndum sobre la reforma de la Constitución que demandaron algunos diputados, sindicatos y colectivos ciudadanos, se habría convertido en el quinto que se celebraba con carácter nacional en España desde la Transición.

Así, se habría sumado al convocado en 1976 para la reforma política, al que respaldó dos años más tarde el texto constitucional, al que en 1982 decidió la permanencia en la OTAN y al que apoyó en 2005 una Constitución Europea que después se quedó en papel mojado.

Tras la aprobación parlamentaria este mes de septiembre de la reforma que incluye un límite al déficit de las administraciones en la Constitución, los partidarios de la consulta tuvieron un plazo de quince días, que concluyó el pasado jueves, para conseguir el apoyo de 35 diputados o 26 senadores -el 10 por ciento de las cámaras-.

Sin embargo, sólo hubo 19 firmas de apoyo en el Congreso y 11 en el Senado, por lo que el quinto referéndum no llegará de momento.

Un repaso a los referendos
La historia reciente de los referendos en España tras la muerte del anterior jefe del Estado, Francisco Franco, se remonta al 15 de diciembre de 1976, cuando se convocó a los ciudadanos para votar el proyecto de ley para la Reforma Política, que había sido aprobado por las Cortes el 18 de noviembre.

Los resultados fueron ampliamente favorables al obtener 16,5 millones de votos con el "sí"(94,17%) y algo más de 450.000 en contra (2,56%).

A partir de esta ley se realizó toda la arquitectura que permitió la legalización de los partidos y la convocatoria de elecciones el 15 de junio de 1977.

El siguiente referéndum fue convocado para el 6 de diciembre de 1978 con el objetivo de aprobar la Constitución, que fue avalada por 15,7 millones de españoles (87,87 por ciento de los votantes) mientras que en contra lo hicieron 1,4 millones (7,84%).

El 12 de marzo de 1986 se celebró el referéndum consultivo en relación con la permanencia de España en la Alianza Atlántica.

En él se preguntó a la ciudadanía si consideraba conveniente la permanencia de España en la OTAN con las siguientes condiciones: no incorporación a la estructura militar integrada; prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español; y reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España.

Los resultados fueron favorables a la pregunta del Gobierno, que obtuvo algo más de nueve millones de votos a favor (52,49% de los votantes) y 6,8 millones en contra (39,84%). La abstención fue del 40,53% (dejaron de votar 11,7 millones).

Por primera vez, la diferencia entre votos favorables y contrarios en un referéndum mostraba una distancia no muy lejana entre sí, poniendo de manifiesto una considerable falta de consenso en la sociedad.

Hubo que esperar diecinueve años antes de ser convocados a otra consulta.

El 21 de febrero de 2005 España se convirtió en el primer Estado miembro de la UE que refrendó la Constitución Europea después de que los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios acordaran un texto de esas características.

Fue aprobado por 11,9 millones de votos (76,3 por ciento de electores), frente a 2,4 millones que rechazaron la propuesta.

Sólo acudió a votar el 41,77 por ciento de los que podían hacerlo.

El intento de crear una Constitución que aunara los derechos y obligaciones de los miembros de la UE, iniciado en 2002, fracasó después de que Holanda y Francia dijeran "no"en sendos referendos y pese a que 15 Estados -incluido España- la habían ratificado ya.

A estas cuatro consultas de carácter nacional hay que sumar siete que ha habido en el ámbito autonómico: para los estatutos del País Vasco, Cataluña (ambos en 1979), Galicia (1980), y Andalucía (en 1980 y 1981, ya que tuvo que repetirse por no haber logrado en el primero la mayoría requerida en una provincia, Almería) y para reformar los estatutos catalán (2006) y andaluz (2007).