Barcelona

Los otros monstruos de la guerra

«Pan negro», la nueva película de Agustí Villaronga, no se limita a ser la adaptación de una novela, en este caso el éxito editorial de Emili Teixidor. Pese a tratarse de una producción de encargo, el espectador se encontrará con el particular universo del realizador catalán

La cinta recrea la posguerra en Cataluña y el duro trance por el que ha de pasar el pequeño Andreu, quien despierta a la vida después de vivir un trágico suceso
La cinta recrea la posguerra en Cataluña y el duro trance por el que ha de pasar el pequeño Andreu, quien despierta a la vida después de vivir un trágico sucesolarazon

Esa impresión es la que quiso dar el equipo de la película esta semana tras la presentación de la misma. Precedida de elogiosas críticas en el Festival de San Sebastián, donde Nora Navas obtuvo la Concha de Plata a la Mejor Actriz, «Pan negro» cuenta la historia que se desarrolla en la Cataluña rural y profunda de los primeros años de la posguerra.

Responsables de un crimen

Es el drama de un niño llamado Andreu –con una estupenda interpretación del debutante Francesc Colomer– , hijo de los perdedores de la recién acabada guerra. Un día encuentra en el bosque los cadáveres de un hombre y de su hijo. Pese a que las autoridades del pueblo quieren responsabilizar a su padre (Roger Casamajor) de la matanza, el muchacho intenta ayudarlo y averiguar quiénes son los responsables del crimen. Con este punto de partida, Villaronga construye una historia de supervivencia y fin de la inocencia en la que vencidos y adultos pueden convertirse en monstruos.

Villaronga cree que la película, producida por Isona Passola, «pese a ser totalmente de encargo, no es mercenaria. Había bastantes puntos en la novela de Emili Teixidor que me resultaban próximos, como la teoría del monstruo que él desarrolla en el texto». Passola recordó que es la tercera vez que produce una película de Villaronga, «y le dije a Teixidor que se esperara hasta que el director hiciera suya la historia».

El autor de películas como «El mar» o «Tras el cristal» sabe que a muchos les sorprenderá su tratamiento de la época: «El cine se fija en los vencidos desde una posición complaciente; sin embargo, estas películas pueden ir evolucionando, y aquí se trata de mostrar cómo se venden los propios ideales para poder sobrevivir», explicó el realizador, quien recordó que en «Pan negro» hay algo de Polifemo, del ser que siente diferente.