Londres
Londres comienza a desear la retirada
Los británicos han sufrido más bajas en Afganistán que en Irak o las Malvinas
LONDRES-Los británicos han vuelto a fijar esta semana su mirada en Afganistán. El número de soldados muertos en el país asiático supera ya los 300 y muchas voces se preguntan si realmente merece la pena continuar con la misión. Y es que, el último año ha sido especialmente sangriento para las tropas de las islas. Los militares se desplazaron en 2001 para acabar con los talibanes. A lo largo de los siete primeros años murieron 100 soldados, pero en los últimos meses las bajas han alcanzado cifras históricas. Particularmente significativo fue el pasado mes de agosto, cuando se alcanzaron las 200 muertes. Muchas de ellas fueron ocasionadas por las bombas caseras. El premier David Cameron decidió duplicar el número de equipos que se dedican a desactivarlos , cuando se desplazó hasta Kabul para visitar al contingente. Aunque el líder conservador no dio fecha alguna de retirada, sí recalcó que nadie quiere que se queden «un día más de lo necesario». Actualmente, Reino Unido tiene unos 10.000 efectivos desplegados en Afganistán. «Estamos ahí porque los afganos no pueden mantener la seguridad», apuntó.Cuando se supo que se habían alcanzado 300 muertos, Cameron aseguró que era «un momento para que todo el país reflexionara sobre el increíble servicio, sacrificio y dedicación» desempeñados por las fuerzas armadas.Decenas de personas se manifestaron el lunes a las puertas de Downing Street pidiendo el regreso de las tropas. Por su parte, el diputado laborista Paul Flynn, aseguró que era un mito «completo» creer que la lucha en Afganistán podía acabar con Al-Qaeda: «Sólo trabajamos en un área pequeña». Con 302 muertes, el número de soldados británicos caídos en el país asiático supera al de los efectivos que Reino Unido perdió en la guerra de las Malvinas contra Argentina en 1982, cuando hubo 258 muertos, y el registrado en Irak, donde murieron 179 soldados entre 2003 y 2009.
Cómo pagar hasta las balas del enemigo- El Gobierno de Estados Unidos paga indirectamente decenas de millones de dólares a los «señores de la guerra» afganos, y posiblemente a los talibán, con el fin de garantizar la seguridad de los convoyes en los que se transportan suministros para las tropas desplegadas en Afganistán, según un informe del Congreso estadounidense. El sistema que utiliza el Pentágono de subcontratar a empresas de seguridad privadas para que se encarguen del transporte permite a las tropas centrarse en la lucha, pero sus consecuencias son negativas en el esfuerzo de erradicar la corrupción. Este sistema mantiene activa una oscura red de chantaje de «hombres fuertes», que retroalimentan la guerra, afirma el Congreso.
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