Europa

Barcelona

Rajoy no negociará con CiU el concierto si llega a La Moncloa

Mariano Rajoy ha convocado un Comité Ejecutivo del PP para el lunes, que irá seguido de un almuerzo con sus presidentes regionales. En principio, si se cumplen sus previsiones, la dirección popular tendrá así ocasión de celebrar en clave nacional la debacle electoral socialista en la primera meta volante antes de las elecciones generales, además de su necesario ascenso en Cataluña para poder gobernar España

Rodrigo Rato acompañó ayer a Alicia Sánchez Camacho en su campaña electoral
Rodrigo Rato acompañó ayer a Alicia Sánchez Camacho en su campaña electorallarazon

En su optimismo, no se conforman con los 15 escaños que obtuvo Josep Piqué en 2003, sino que apuntan a la marca de Aleix Vidal-Quadras, los 17 escaños que logró el PP catalán en 1995, en unas autonómicas y municipales que fueron el preludio de su primer triunfo en unas generales. En la recta final de la campaña los populares acentúan sus diferencias con CiU y con PSC, aparcando para ello su disposición al acuerdo con los convergentes tanto en Cataluña, después de estas elecciones, como en Madrid, con la vista puesta en La Moncloa. Esa disposición al «coqueteo» no impide que el PP ratifique en su discurso electoral algunas de las líneas rojas infranqueables. Por ejemplo, que en ningún caso, si Rajoy gobierna, negociará con CiU un concierto económico para Cataluña, algo que se ha comprometido a defender Artur Mas si es presidente de la Generalitat, hasta el punto de que dice que supeditará a ese objetivo los pactos con otros partidos. La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, restó valor a esa propuesta de los convergentes al considerar que se trata de un «apretón electoral». Y como prueba de ello recordó que Mas nunca la planteó cuando fue ponente en Madrid de la reforma del Estatuto catalán. La portavoz señaló que las prioridades catalanas son crear empleo y ayudar a pymes y autónomos.


Rato: «El mundo exige cambios no fáciles»
El hombre que dirigió la política económica durante los años en que el Gobierno del PP creó 1,4 millones de puestos de trabajo en Cataluña –cifra que Alicia Sánchez-Camacho recuerda para dar valor a sus propuestas económicas–aterrizó ayer en Barcelona para apoyar la campaña catalana del PP. Rodrigo Rato, que ya no milita en el PP, habló como presidente de Caja Madrid. Avisó de que «el mundo y Europa exigen cambios no fáciles de pilotar» que requieren gobiernos valientes, un guiño al 28-N.