Nueva York

Las chicas de oro

Vuelve la fiebre del oro con la presencia más que importante de los destellos metálicos en estilismos «24 horas». Y todo gracias a la crisis. ¿Quién dijo que la moda tiene la responsabilidad de ser reflejo de la realidad? Al contrario.

De izquierda a derecha, la modelo Iman con un mono dorado, Diane Kruger y Gwyneth Paltrow
De izquierda a derecha, la modelo Iman con un mono dorado, Diane Kruger y Gwyneth Paltrowlarazon

Son muchos los diseñadores que, ante las dificultades por las que atraviesa la economía mundial, apuestan por desafiar el malestar con looks y detalles que proyectan grandes (y probablemente falsas) dosis de opulencia, lujo y, por qué no decirlo, bienestar.
Pero hay que tener cuidado, porque no se trata de caer en el error de ir completamente cubiertos de oro de la cabeza a los pies. El truco está en no abusar e ir dando pequeños retoques en el look para actualizarlo. Siempre hay que tener en cuenta la posibilidad de combinarlo por el día con un conjunto blanco y de noche con negro. Aparte, la lista de accesorios que admiten este toque moderno y sensual es inacabable: zapatos, sandalias, ballerinas, gargantillas, brazaletes, carteras de mano y anillos.
Además, la pasión por los brillos metalizados se ha desatado en todas las «red carpets». Fijémonos si no en la modelo y actriz de origen alemán Diane Kruger, espectacular en la última edición del Festival de Cannes con un vestido «segunda piel» y completamente dorado de Calvin Klein Collection. La misma firma que, curiosamente, escogió Gwyneth Paltrow para su look de los últimos Oscar: un vestido de líneas minimalistas que, de no haber en lamé dorado, habría perdido su maravillosa sofisticación refinada. Y que conste que esta nueva tendencia que pisa fuerte no tiene hora del día, como tampoco edad. Si no que se lo digan a la jovencísima actriz Emma Watson, inmersa en la promoción con la nueva y última entrega de Harry Potter y claramente a favor del «exceso» de los brillos metálicos. Una buena prueba de ello es el vestido que lució en la première en Nueva York, un bizarro diseño de Bottega Veneta que generó todo tipo de comentarios tanto por su ostentosa falda en color ocre tipo «cortinaje», como por su dudoso gusto. Qué más da. Es justo reconocer su valentía. Una cualidad que también demostró con la pieza escogida para su intervención en el célebre programa americano Late show with David Letterman: un sofisticado diseño mini y asimétrico en tejido metálico, de la colección del próximo otoño de Balmain.

«Total gold»
Y es que, aunque pueda resultar aún un poco deprimente, la nueva temporada otoño-inviernio está a la vuelta de la esquina y, de hecho, cuelga ya en muchas tiendas mezclándose con el caos de las rebajas de verano. Y como adelanto, Balmain será, sin duda, uno de los pesos pesados en el empleo del metal como antídoto para el duro invierno que nos aguarda. Desde un traje completo «total gold» combinado con botas blancas (¿quién dijo que Christophe Decarnin, ya apartado de la maison, buscaba con sus diseños una mujer elegante?), hasta los característicos minivestidos y pitillos de la firma, en rojo, plata o azul eléctrico, o en mix de destellos metálicos. Los precios, en total sintonía con un exceso cromático: imposibles, de auténtica joya.
También Giambattista Valli, que recientemente se estrenó en la alta costura de París, incluye vestidos mini dorados con arquitectónicos volúmenes a prueba de aburridas. Giorgio Armani, bastante menos opulento, sus clásicos emblemáticos trajes tipo sastre con prints «Príncipe de Gales» con efecto tornasolado, mientras el dúo Dolce & Gabbana, de siempre muy a favor por el lado más excesivo del metal, juegan con vestidos completamente dorados y su bolso «it» de la temporada: el Mini Miss Sicily, repletos de paillettes metalizadas de varios colores. Y esto por sólo poner un ejemplo.
Basta con actualizar el estilo combinando, por ejemplo, unos clásicos jeans con el calzado dorado que prefiera, o el toque en el cinturón y será suficiente. Aún en época de crisis hay que permitirse jugar con el lujo y la elegancia del color del oro y poder sentirse como una princesa.El aviso es claro: ¡Las chicas de oro ya están aquí!

Una princesa con mucho brillo
La Princesa de Asturias sorprendió luciendo en un acto oficial en Barcelona un llamativo top con escote asimétrico, una sola manga y hombro fruncido realizado en lúrex metalizado. Pero no fue éste un look insólito en la princesa. Tiene inclinación hacia los tejidos con brillo o tornasolados, incluso en los trajes de chaqueta y pantalón capri que luce con frecuencia. Y no siempre espera a lucirlos de noche. Se podría decir que los incluye en sus estilismos de «trabajo». A veces cambia sus taconazos por bailarinas de la firma española Pretty Ballerinas con grandes piedras de cristal Swarovski, un modelo bautizado como Marilyn.