Bruselas

ANÁLISIS: Nuevos poderes para Bruselas

La Razón
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El «momentum» de la crisis griega dio crédito a las instituciones europeas para reclamar mayores poderes de supervisión, con el fin evitar que los desequilibrios de los «malos alumnos» afectaran a todos los países que comparten una moneda y un mercado común. Sin embargo, la supervisión no entrará tan en el detalle como en un primer momento la Comisión pareció sugerir, y se limitará a ser una señal de alarma temprana que avise a las capitales cuando su política fiscal haga aguas o, por ejemplo, necesite reformar su mercado laboral. Es decir, no será muy diferente de las advertencias que llegan desde Bruselas a través de los jerarcas comunitarios, o de sus documentos oficiales, sobre el mapa económico de un país.

Aunque ahora los Estados miembros sentirán el marcaje del resto de socios comunitarios y de la Comisión Europea cada vez que elaboren los presupuestos nacionales. Si en España, como Estado descentralizado, ya era complicada la tramitación y dura la negociación, la intervención exterior de Bruselas seguramente añadirá más munición a la batalla, que cada cual intentará cargar en su beneficio. De momento, Salgado ve el lado bueno al señalar que tener que presentar un borrador en abril dará más tiempo para hacer pedagogía sobre las bondades del presupuesto de puertas afuera, pero también adentro.