Caso Tarjetas «B»
Dimite el consejero de CC OO
El consejo de RTVE revocó su decisión de controlar contenidos
Tenía que acabar así. La historia de esta RTVE tenía que acabar en desastre, porque la situación por la que pasa es desastrosa. Visto desde la óptica del contribuyente, del espectador, la impresión es que lo que sucede con la televisión pública importa poco. Casi tres meses sin presidente –Alberto Oliart dimitió el pasado 6 de julio–, cerca de dos años sin renovar a los seis consejeros cuyos cargos «caducaron» en enero de 2010 y una presidencia rotatoria que ejerce uno de los consejeros cada mes.
El último episodio de esta historia televisiva comenzó el pasado miércoles y finalizó –o eso parece– ayer, con la revocación por parte del consejo de la decisión de que sus miembros accedieran al sistema informático i-News, con el que trabajan los periodistas de la casa, y la dimisión de uno de los consejeros, el propuesto por CC OO, Héctor Maravall. Éste «pagaba» así su abstención en la votación con la que el consejo aprobó el día 21 la decisión revocada ayer.
Rectificación
Si bien los consejeros han explicado estos días que los permisos que solicitaban eran sólo para acceder como consulta, la reacción no se hizo esperar y el consejo de informativos de RTVE los acusó de querer aplicar la censura. Los trabajadores de la televisión pública se vieron apoyados de inmediato por los profesionales de los medios y las asociaciones que los aglutinan. El escándalo fue tal, que los consejeros se vieron obligados a rectificar, pues, además, inmediatamente fueron desautorizados por los partidos que los propusieron, tanto PP como PSOE. La decisión fue aprobada gracias a los votos a favor de los miembros propuestos por el PP y CiU y las abstenciones de los de PSOE, ERC y CC OO. Sólo votaron en contra los propuestos por UGT e IU. Es decir, que si bien la propuesta partió de una consejera «popular», Rosario López, que ya había solicitado lo mismo en otra ocasión, sólo se mostraron contrarios a ella dos miembros del Consejo. Éstos, Teresa Aranguren y Santos Miguel Ruesga, votaron ayer a favor de la revocación, pero se mostraron contrarios al contenido del comunicado que el consejo emitió al finalizar la sesión.
El papel de Sacaluga
Si rocambolesco resulta que el consejo de administración de un medio de comunicación público pretenda controlar el trabajo que realiza cada periodista, aunque efectivamente no exista intención de ejercer la censura, más rocambolescas son algunas otras situaciones. Es el caso del papel representado por Miguel Ángel Sacaluga, consejero a propuesta del PSOE. El jueves, cuando se sucedían las reacciones desde todos los ámbitos, José Manuel Silva (CiU) aseguró en declaraciones a la cadena SER que él pensaba que se debía contar con el Consejo de Informativos antes de decidir, pero Miguel Ángel Sacaluga «me convenció de que aquello no tenía ninguna trascendencia». Es decir, que Sacaluga no sólo aportó su abstención, sino que también se aseguró el voto de Silva, aunque después haya declarado que éste miente al acusarle.
El desgobierno que reina en RTVE, que navega a la deriva por culpa de una ley con lagunas tales como la de admitir la presidencia rotatoria del consejo de administración tiene mucho que ver en lo sucedido estos días. La imagen proyectada ha sido pésima y sólo ha habido una dimisión.
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