Nikola Mirotic

 La brillante irrupción de Nikola Mirotic ha pillado por sorpresa a casi todos, pero si se investiga un poco en su todavía corta carrera... Su eclosión era algo altamente previsible, sólo necesitaba una oportunidad para demostrar su talento.

«Niko» llegó a España siendo un niño. Tenía un talento natural enorme. Durante sus primeros años en Madrid vivió entre entrenamientos y estudios. Se empapó de baloncesto y de la vida en nuestro país, y lo hizo soñando con un futuro que girase en torno a dos colores: el blanco de su club y el rojo del equipo nacional con el que soñaba jugar, España. Tras haber estado una temporada jugando en la Adecco Oro en Palencia, en verano de 2010 cumplió uno de sus sueños, jugar con la Selección. Lo hizo con la sub'20 en el Campeonato de Europa en Croacia y tuve el honor de ser su entrenador. Ganamos el bronce.

Su eclosión no debería sorprender tanto, ya que esto lo hemos vivido en años precedentes con otros jugadores. Chicos que llegan a competir al Europeo sub'20 sin haber debutado en la ACB y que vuelven con un metal y se convierten en importantes. Llull, Ribas, Rey, Colom, Claver, Pere Tomas, Rabaseda, Pablo Aguilar, Mirotic, Franch, Simeón... El talento lo tienen, pero a veces los clubes no son conscientes de su potencial hasta que los ven competir a nivel europeo con los jugadores de su edad. Están preparados. La mejor muestra, la última, Mirotic.