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Andalucía quiere cambiar

La Razón
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El deseo de cambio político en Andalucía es el principal resultado de la encuesta realizada para LA RAZÓN por NC Report, según la cual el Partido Popular obtendrá el domingo la mayoría absoluta de los votos. El PSOE no ha podido invertir la tendencia, acosado por el creciente escándalo de los ERE que, como hoy revelamos, conoció ya en 2008 y, en lugar de denunciarlo, optó por taparlo por todos los medios, e incluso siguió con los compromisos asumidos por el alto cargo socialista hoy en prisión. No es extraño que ahora su partido se hunda 12,8 puntos, hasta situarse en el 36,1% del voto válido. De cumplirse este pronóstico, Griñán obtendría sólo entre 44 y 42 diputados, desde los actuales 56 escaños, y quedaría a 9,9 puntos del PP. El partido que en Andalucía encabeza Javier Arenas se presentaría en cambio en las urnas con el 46% del voto y obtendría entre 55 y 57 escaños, que equivalen a ganar 7,1 puntos porcentuales con respecto a las elecciones de 2008. La mayoría absoluta estaría confirmada incluso en la parta baja de la horquilla. La encuesta revela que los populares se benefician de un trasvase a sus filas de 245.000 ex votantes socialistas, pero también de la mayor fidelización de sus propios votantes: mientras que al PP le apoyará el 91,3% de las personas que lo hicieron en 2008, en el caso de los socialistas este porcentaje se reduce al 66,1%. De acuerdo con los datos obtenidos, Griñán será abandonado también por otros 228.000 ex votantes que se abstendrán, 132.000 más que votarán a IU así como otros 889.000 que optarán por diferentes partidos. La victoria popular se produciría en mayor o menor medida en todas las provincias, aunque en Almería y Málaga el PP podría superar el 50% del apoyo electoral.

Tanto en Andalucía como en Asturias, donde igualmente se celebran elecciones autonómicas, las encuestas elaboradas para LA RAZÓN indican un aumento de la abstención que, en el caso asturiano, se debería a la decisión de Francico Álvarez Cascos de disolver la cámara anticipadamente. Costará cara a su partido, que caerá, según el estudio que hoy publicamos, desde los 16 a los 11-12 diputados, mientras que el PP subirá de 10 a 12-13. El PSOE podría añadir un escaño más a sus 15 actuales.

Los datos sobre Andalucía revelan el fracaso de la estrategia de no haber hecho coincidir la elecciones autonómicas con las generales del 20-N. Ni así se puede compensar la pésima gestión de la Junta, que ha sumido a los andaluces en una tasa de paro de más del 30%, ni hacer olvidar la corrupción. Si hay un momento en el que la necesidad de cambio en Andalucía se hace imprescindible es precisamente ahora, cuando la decadencia de un partido que ha gobernado tres décadas ha llegado a extremos inadmisibles, que escapan de la política para entrar de lleno en el ámbito de los tribunales.