Sevilla
El barrio de vanguardia se queda en «edificio singular»
Aprobada la ordenación del antiguo suelo de Cruzcampo donde se frustró el proyecto de los «arquitectos estrella»
SEVILLA- Para acabar el año con buen sabor de boca y con el objetivo de vaciar la cartera de asignaturas pendientes en la recta final de la legislatura, el equipo de Gobierno dio ayer luz verde al nuevo proyecto ideado para los antiguos terrenos de Cruzcampo por sus actuales propietarios. Aunque siguen programándose usos residenciales, comerciales y empresariales, el futuro diseñado para esta zona se parece poco al «barrio de vanguardia» que inventaron los arquitectos Norman Foster, Jean Nouvel, Arata Isozaki y Guillermo Vázquez Consuegra.
Según la información facilitada ayer por la portavoz del Gobierno local, Nieves Hernández, la Compañía para los Desarrollos Inmobiliarios de la Ciudad de Híspalis, dueña de los terrenos, sólo se atreve con un «edificio singular» de 23 plantas al borde de la avenida de Andalucía.
El Plan Especial de Reforma Interior (PERI) autorizado por la junta de Gobierno local –y en exposición pública durante los próximos 30 días– para la antigua planta de la firma cervecera ordena sus 196.283 metros cuadrados en «dos zonas diferenciadas» por un nuevo vial que conectará la avenida del Greco con la calle constitutiva «del eje estructurante del conjunto».
Al sur de la parcela se dibujan edificaciones residenciales de nueve plantas, así como zonas comerciales que «aprovechen parte de las instalaciones más significativas de la primitiva fábrica» de Cruzcampo. Al norte de los terrenos, se diseña «un gran parque equipado, rotacional, educativo e infraestructuras».
Aunque esta propuesta respeta las 860 viviendas libres y 1.100 protegidas, y el resto de exigencias del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), queda lejos del «hito arquitectónico» anunciado por Urvasco, el conglomerado de empresas que compró en primera instancia los suelos.
La crisis económica se cebó con esta entidad, que mantuvo paralizado durante tres años el «megaproyecto» auspiciado por los cuatro «arquitectos estrella» hasta que tuvo que vender las 18 hectáreas que ocupaba la antigua factoría a la compañía formada en 2008 por Caja España, Caixa Catalunya, Cajastur, Caja Laboral, Bancaja, Caja de Ahorros de Extremadura, Caja Granada y, posteriormente, Cajasur y Banco Popular. Aunque la recesión no remite, esta entidad al menos dedica el tiempo a avanzar en las complicadas tareas urbanísticas.
Trucos «segregadores» en el centro
En vísperas del incumplimiento del quinto plazo de finalización del Metropol Parasol, la junta de Gobierno aprobaba también de forma inicial los planes especiales de protección de dos subsectores del casco histórico, el de «El Duque-El Salvador» y «Magdalena». Este último se incluye en el sector «Encarnación-Magdalena», pero se ha segregado este último enclave para avanzar en su gestión urbanística mientras los tribunales mantienen paralizada cualquier revisión en la zona de la Encarnación por la suspensión parcial del PGOU.
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