Julieta Serrano: «Ojalá se dieran más amores tardíos»

– «La sonrisa etrusca». ¿Sabe cómo es una sonrisa etrusca?–Sí, muy gozosa. Los etruscos eran un pueblo alegre y bailón.–En la obra, vive un amor tardío con un hombre mayor...–Sí. Ojalá se dieran más a menudo los amores tardíos. Hay que estar siempre abiertos a la posibilidad de que surjan.–¿Se casaría después de los 80, como la duquesa de Alba?–No, no. Amo mucho mi soledad. Es una soledad elegida.–¿Y es feliz en su soledad?–Hombre, siempre nos falta algo: cuando tienes compañía, quieres estar sola, y cuando estás sola, echas de menos la compañía. –Dice José Carlos Plaza, el director, que esta obra también podría titularse «Camino hacia la ternura»...–Exacto, es una definición perfecta. Yo lucho por conseguir la ternura, por ser más flexible, más comprensiva, más abierta a todo.–La sonrisa etrusca quizá nos llegue, como dice Plaza, cuando seamos capaces de reconocer lo que verdaderamente importa...–Yo sé lo que verdaderamente importa: la Justicia. –Su sonrisa es dulce. ¿Se corresponde con la verdad?–Se corresponde en parte. No todo en mí es dulzura, también tengo sombras, aristas, durezas.–Dice un estudio que las mujeres lloran más fácilmente que los hombres...–A mí me golpean mucho las imágenes trágicas de la inmigración: lloro por los que vienen y ahora lloraré por los que se van.–La gente sonríe poco, está agria...–Sí, por la situación a la que nos han llevado los codiciosos, los especuladores. –Dice Ferran Adrià que el hambre nos hace pensar más y mejor...–Creo que no. Una cosa es la austeridad elegida y otra, el hambre impuesto.–Parece que la Merkel se va a poner a dieta para dar ejemplo...